Leer a Satoshi, el mejor antídoto contra las tonterías de Core

Imagen por wachinkoh

Detrás de Blockstream / Core se esconde la aristocracia financiera del mundo fiat. Una vez que lo aceptas, y te pones en los zapatos del parásito humano que ve adelgazar sus privilegios a medida que se concreta la visión de Satoshi Nakamoto, todas las piezas del rompecabezas empiezan a encajar:

¿Qué demonios está haciendo la gente de Core? Mutilando a Bitcoin (Core) para ajustarlo al modelo centralizado, coactivo, censurado y plagado de intermediarios forzosos que se ve amenazado por la creación de Satoshi Nakamoto.

¿Por qué tanta gente ignora la realidad del asalto a Bitcoin? Porque los aristócratas financieros están protegidos por una estructura que lleva miles de años manipulando a la población productiva y refinando el camuflaje de los parásitos humanos.

Obviamente, los señores feudales del mundo fiat harán todo lo que esté en sus manos para conservar el sistema monetario y financiero que les otorga libre acceso a una infinita cantidad de riqueza que no contribuyen a generar. Pero ninguna montaña de dólares será lo suficientemente voluminosa como para ocultar las simples verdades que los tábanos de internet, como ForkiusMaximus (a.k.a Zangelbert Bingledack), se empeñan en recordarnos.


Por ForkiusMaximus

Leer a Satoshi es el mejor antídoto contra las ideas erróneas de Core, porque al leerlo te das cuenta de que sus detractores nunca entendieron ni abordaron sus argumentos y decisiones de diseño claves. No fueron capaces de comprender lo que él expuso de manera bastante simple.

¿Por qué? Por la misma razón que muchas personas ignorantes en economía se metieron en Bitcoin: vieron que el sistema funciona, y que hay código con el que pueden trabajar. Así que simplemente se subieron al carro de inmediato, adquiriendo más tarde sus propias nociones sobre cómo funciona el sistema, sin siquiera leer nunca el white paper (libro blanco) adecuadamente.

Nunca entendieron qué es lo que hace que Bitcoin funcione como sistema de incentivos.

En Bitcoin uno puede desarrollar un montón de software útil mientras permanece en la más completa ignorancia con respecto a los incentivos, los aspectos económicos y la topología de red que hacen funcionar a Bitcoin y permiten su escalabilidad. Por eso siempre fue un error imperdonable asumir que programadores que han contribuído a la estilización del código fuente fuesen una especie de «expertos» generales a quienes encomendar decisiones globales de diseño (especialmente de rediseño) del sistema.

Desafortunadamente, los aspectos prácticos de seguridad cotidiana pusieron a los desarrolladores que estaban más familiarizados con los detalles del código existente en una posición de poder considerable. En la estructura inherentemente centralizada de un repositorio de Github, el vector de ataque obvio fue aprovechado a más no poder: los más hambrientos de poder escalaron hacia la cima, rodeándose de personas sumisas e idiotas útiles deseosos de adoptar un relato oficial, haciendo a un lado a las almas más gentiles que discrepasen, y convirtiendo poco a poco el código fuente de Core en su propio feudo, con una barrera de entrada cada vez más alta para los forasteros –con Segwit como el asalto final–.

Aún así escuchamos el estribillo,

«El whitepaper no es una biblia…»

«Hemos aprendido más desde Satoshi…»

Tales advertencias acerca del los riesgos del culto a la autoridad suenan falsas cuando son salmodiadas por aquellos que no fueron capaces de entender la idea central del diseño de Satoshi. Hay que demostrar que se comprende el diseño original antes de hacer cualquier afirmación creíble de que necesita reparaciones.

Quienes realmente rinden culto a la autoridad son aquellos que simplemente trasladaron su fe en Satoshi como Dios a la fe en Core como Dios, a los «expertos» que se consideran tales por tener suficientes conocimientos del código fuente de Core y/o de criptografía como para hacer optimizaciones, pero cuya comprensión de los incentivos, la economía o la topología de red nunca fue examinada (y bien que se nota).

No hay ningún test de comprensión del whitepaper, de economía, de incentivos, ni de topología de red para convertirse en desarrollador de Core (o desarrollador de Bitcoin en general) o en «committer» (Nota del traductor: un «committer» es un individuo que puede modificar el código fuente de un fragmento de un programa. Véase el comando «git commit»). De hecho, este link muestra cómo el desarrollador de Core Jorge Timon malinterpreta completamente una sección fundamental del whitepaper, dando lugar a una interpretación completamente opuesta a lo que claramente se pretende transmitir, y cada uno de los otros desarrolladores importantes de Core comete o consiente exactamente el mismo error.

De nuevo, quienes no han entendido el diseño original de Bitcoin no pueden de ninguna manera estar capacitados para re-diseñarlo. Hasta donde he visto, cada persona que ha entendido el diseño original es partidario de Bitcoin Cash o, al menos, tiene la esperanza de que Bitcoin Core incremente drásticamente su límite al tamaño de los bloques muy pronto.

La gente se pregunta por qué la visión de los partidarios de Core parece tan maleable; por qué cambian la narrativa de un mes a otro hasta el punto de dar un giro de 180 grados, haciendo gala de una extraordinaria tolerancia a la disonancia cognitiva.

Te contaré el secreto: la mayoría de ellos nunca tuvieron realmente una opinión. En lugar de ello, adoptaron la fe en las autoridades, y confiaron en que las autoridades tenían buenas razones. Pero las “razones” eran simplemente gritos de guerra tribales: «expertos», «descentralización a través de nodos completos no-mineros», «forks no polémicos», «Core está descentralizado», «el código es la especificación», «Bitcoin no es para tu café, es una reserva de valor», «Core es Bitcoin». Nadie se molestó en ahondar en lo que esto significaba o implicaba en realidad; tales afirmaciones no son para ser analizadas, sino para ser llevadas como insignias de afiliación tribal, y desechadas ni bien el nuevo relato lo requiera.

Al principio reposaban en la autoridad de Satoshi Nakamoto. Después, al ir uniéndose más gente que parecía alineada con el proyecto, continuaron creyendo en quienesquiera que fuesen las figuras de autoridad, que ahora son los actuales desarrolladores de Core.

No importa que las posiciones actuales hayan pasado a ser polarmente opuestas a las de Satoshi. El cambio gradual de posición ha sido imperceptible para los acólitos de Core fascinados por la autoridad, porque la cómoda calidez de estar del lado de las figuras de autoridad nunca los abandona. Sus héroes los desarrolladores ven con buenos ojos tarifas de 1000 dólares y, de hecho, están descorchando champán para celebrarlo, por lo que «todo está bien». Nada ha cambiado en la única medida que realmente importa al seguidor nato: «¿Estoy del lado de las figuras de autoridad?»

Mientras tanto, el remanente relativamente pequeño que adhirió no a la autoridad, sino al diseño real presentado en el whitepaper, con Bitcoin como red de minería en la que la potencia de cómputo y los forks motivados por la inversión son los únicos mecanismos de gobierno, ha mantenido viva la eterna llama del brillante diseño de incentivos original de Bitcoin y su maduro libro de contabilidad de 9 años bajo la forma de Bitcoin Cash. Es con este diseño original, entendido adecuadamente, que expandiremos Bitcoin a 8 billones de personas, por fin libres de intermediarios forzosos, con mucha mayor seguridad y descentralización.

Leer texto original, en inglés

Imagen por wachinkoh