Cuanto peor funciona la red, más fácil les resulta a los cryptoleninistas presentarse como los únicos capaces de resolver los problemas que ellos mismos han fabricado, mientras acusan de todos los males a los partidarios de eliminar la planificación centralizada de la economía –esto es, a los partidarios de mejorar, abaratar y descentralizar el sistema–, al menos ante las masas de analfabetos funcionales que habitan los foros controlados por Blockstream / Core. Cuanto peor, entonces, mejor.
El cryptoleninismo es un sistema de creencias independiente de la realidad. En ausencia de ideas meritorias que defender, la ilusión de coherencia se mantiene entre sus creyentes gracias a una serie de tácticas de manipulación psicológica bien conocidas, empleadas con maestría –esto hay que reconocerlo– por los Blockstream boys. Su dominio del garrote (del temor al ostracismo y los ataques por el crimen de expresar alguna objeción) y de la zanahoria (la recompensa por expresar lealtad al líder supremo) los ha liberado de la tarea de argumentar, y les ha bastado para extinguir por completo la disidencia dentro de la burbuja informativa que ellos dominan.
Cada uno de los Blockstream boys es un político de raza, tan cínico e inescrupuloso como el que más, dispuesto a todo con tal de aumentar su poder coactivo sobre los usuarios de Bitcoin. Si no entendemos esto, seguiremos adhiriendo a las reglas de un debate honesto mientras ellos se atienen a los métodos propios de una organización totalitaria –algo equivalente a jugar al ajedrez con un rival dispuesto a usar en nuestra contra un bate de beisbol–.
A efectos de repeler la invasión, desenmascarar a los invasores es hoy más importante que reiterar por enésima vez unos argumentos a los que nunca responderán. Y qué mejor manera de hacerlo que poner en evidencia algunas de las paradojas más hilarantes de Blockstream / Core:
♦ Descentralización vía centralización del desarrollo (Core = Bitcoin).
♦ Consenso mediante la eliminación de todas las opciones (bloqueo de la configuración del tamaño de los bloques).
♦ Todo el mundo debe ser capaz de mantener un nodo en un ordenador de USD 5, para supervisar transacciones por las que se paga una tarifa de USD 100.
♦ Debemos reemplazar un sistema que es atacable en teoría (aumento de la capacidad de la cadena de bloques) con un sistema que sólo funciona en teoría (Lightning network como red de malla descentralizada).
♦ Debemos interferir en el libre mercado (de espacio en los bloques) para crear un «mercado de tarifas«.
♦ No podemos aumentar el tamaño de los bloques porque nos preocupa la centralización; apoyamos Segwit, que multiplica hasta por 4 la carga de la red.
♦ No podemos tener un hard fork contencioso porque es muy peligroso (crearía dos monedas, dividiría el poder de cómputo, etc.). Si empiezan a aceptarse bloques de más de 1MB, proponemos un cambio de algoritmo de prueba de trabajo vía hard fork.
♦ El poder de cómputo es más importante que el número de nodos (cuando Core superaba a XT en poder de cómputo); el número de nodos es más importante que el poder de cómputo (cuando BU superaba a Core en poder de cómputo).
♦ Es necesario limitar la capacidad de la cadena de bloques para crear un mercado de tarifas que incentive a los mineros. Para escalar, debemos llevar las transacciones y las tarifas fuera de la cadena de bloques.
♦ Bitcoin está a punto de partirse en dos por el asunto del límite al tamaño de los bloques. No hay demanda del mercado para bloques más grandes.
♦ ¡Los mineros que producen bloques vacíos están atacando a Bitcoin! Los bloques deberían ser más pequeños.
♦ Recaudamos 76 millones de dólares de mega-corporaciones transnacionales… para defender a Bitcoin.
♦ Creemos que el límite al tamaño de los bloques protege a Bitcoin contra el spam; nos quejamos de los «ataques de spam» cada vez que la red está congestionada.
Fuente: R/BTC
Tan disparatada es la propuesta de la gente de Blockstream / Core, que sin el enorme esfuerzo económico que ha sido destinado a la subversión de Bitcoin todo su imperio de mentiras caería en minutos.
Como un vampiro expuesto a la luz del sol, el cryptoleninismo se desintegra cuando es expuesto al examen racional. De ahí que los Blockstream boys se tomen tan en serio la fabricación y la defensa de su relato mediante la propaganda y la censura.
Pero esa no es una buena estrategia de largo plazo en la era de internet. La burbuja informativa tarde o temprano estalla, sea por contacto con la verdad o bien por la creciente inestabilidad que generan sus propias contradicciones.