Vía QUARTZ.com
He aquí por qué China podría impulsar el próximo bit-boom:
Ellos ya han pasado por todo el asunto del dinero virtual – con Q Coin.
(O por lo menos 100 millones de ellos). A mediados de la primera década del 2000, la compañía de Internet Tencent lanzó Q Coin, una moneda virtual con la que los usuarios podían comprar artículos para sus avatares. Tenecent aceptaba los puntos ganados por los jugadores en línea a cambio de Q Coins, y estos no tardaron en ser utilizados para todo tipo de transacciones (online y offline). Finalmente, el volumen de operaciones realizadas con Q Coins alcanzó varios miles de millones de yuanes por año, llegando a crecer a un ritmo del 20% anual antes de que el gobierno chino prohibiera su uso.
Como medio de intercambio, Bitcoin podría ayudar a los chinos a eludir los obstáculos al flujo de divisas.
El control de capitales hace que sea extremadamente difícil comprar cosas más allá de las fronteras de China – la mayoría de las tiendas en línea no aceptan yuanes ni sistemas de pago autorizados por el gobierno chino.
La especulación no es ajena a buena parte de la población de China.
Debido a lo complicado que es trasladar dinero fuera de China, todo lo que llama la atención de los inversores dentro de China tiende a convertirse rápidamente en una burbuja. Los bienes inmuebles, las acciones, las obras de arte, el té – la especulación es rampante en todos los grandes mercados de activos. Los chinos están acostumbrados a invertir en activos tan riesgosos como potencialmente rentables.
Los «techies» chinos están acostumbrados a pasar una enorme cantidad de tiempo minando monedas virtuales en juegos online.
«Ya existe toda una industria construida en torno a la “minería” de oro digital, y luego están todas esas habitaciones sin ventanas, no aptas para claustrofóbicos, repletas de estudiantes universitarios que viven a base de fideos instantáneos y se pasan el día entero jugando online», dice Mark Natkin, director general y fundador de la empresa de investigación en tecnología Marbridge Consulting, con sede en Beijing.
El gobierno no lo puede rastrear fácilmente, y tampoco lo puede bloquear ni reprimir.
Sería muy difícil para el gobierno chino tomar alguna medida en contra de Bitcoin. A diferencia del caso de Q Coin, aquí no hay ninguna compañía o entidad que pueda ser blanco de regulaciones gubernamentales.
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