Fuente: Let’s Talk Bitcoin
Traducido al español por majamalu para elBitcoin.org
Por Logan Hanson
El misterioso creador de Bitcoin ha sido siempre una fuente inagotable de interrogantes para los entusiastas de Bitcoin. Sin embargo, la búsqueda de Satoshi por parte de Newsweek, y el «descubrimiento» del supuesto creador de Bitcoin, Dorian Nakamoto, es más que una noticia sensacionalista: es un ataque contra la propia red descentralizada – un ataque que haríamos bien en considerar seriamente.
En 2006 fue publicado un magnífico libro titulado «La araña y la estrella de mar», escrito por Ori Brafman y Rod Beckstrom. En él se abordaba el asunto de las redes descentralizadas utilizando la metáfora de las dos criaturas del título. Una organización centralizada (araña) puede ser destruida cortando su cabeza o algunas de sus extremidades, mientras que cortando por la mitad una estrella de mar se obtienen dos estrellas de mar. Es un libro de lectura imprescindible para quienes están involucrados en el mundo Bitcoin, pues identifica una base muy firme para el enorme potencial de Bitcoin a la vez que explora las maneras en que el proyecto puede verse amenzado.
Bitcoin es una tecnología revolucionaria, y si llega a ser ampliamente adoptada muchas industrias largamente establecidas padecerán sus efectos disruptivos. Hay muchos bancos, compañías de tarjetas de crédito, gobiernos y otras instituciones que desearían ver a Bitcoin fracasar y desaparecer. Son las enormes arañas que tratan de competir con Bitcoin, la estrella de mar.
El libro describe las tres maneras en que las arañas pueden competir con las estrellas de mar:
1. Atacarlas sobre una base ideológica (quitándoles su razón de ser).
Todas las redes descentralizadas deben su existencia a un catalizador. Si se resuelve el problema que le dio origen, la red se auto desarma. Por ejemplo, un grupo de protesta contra una guerra se disolverá tras el fin de esa guerra.
2. Convertirlas en redes centralizadas.
Una vez que una organización se ha centralizado, pueden cortar su cabeza o negociar concesiones.
3. Descentralizar su propia organización.
De esta manera se ponen en igualdad de condiciones, lo que les permite competir.
Es poco probable que los que se oponen a Bitcoin tengan éxito en la descentralización de sus estructuras o en su intento de superar a Bitcoin sobre una base ideológica. Las grandes organizaciones financieras tradicionales derivan su poder de la centralización y el crecimiento vertical; dificilmente se inclinen por la descentralización y se dividan en organizaciones locales más pequeñas. También es poco probable que el núcleo duro de los partidarios de Bitcoin abandone los ideales que lo llevó a abrazar esta tecnología. Por lo tanto, el único vector de ataque factible es el número 2. La búsqueda de Satoshi, entonces, es un peligro para la red.
Si Satoshi fuera identificado, sería inmediatamente colocado en una posición de liderazgo y retratado como el jefe o director general del movimiento Bitcoin, incluso si él rechazara vehementemente esa idea y nunca más contribuyera al desarrollo del proyecto.
Si esto sucediera, Bitcoin se convertiría en una araña y Satoshi podría ser desacreditado e intimidado, lo cual implicaría un terrible riesgo tanto para él como para la red. Esto puede parecerle exagerado a quienes saben que Satoshi no podría ser forzado a cambiar el protocolo Bitcoin en uso; sin embargo, es perfectamente posible atacar a Satoshi el individuo con el fin de ensuciar a Bitcoin. Por ejemplo, ¿qué pasaría si se revelara que Bitcoin fue creado por Ross Ulbricht, el supuesto dueño de Silk Road? Eso consolidaría la percepción de que se trata de una red criminal, y su crecimiento se vería seriamente limitado. Ross no es Satoshi, por suerte, pero podrían trazarse asociaciones igualmente perjudiciales.
Mira el escrutinio que Dorian Nakamoto, el presunto Satoshi, ha recibido después del artículo de Newsweek. Se ha desenterrado una gran cantidad de información acerca de este hombre, incluyendo la dirección de su casa, sus comentarios en Amazon y sus problemas de salud. Imagina la reacción que desencadenaría el hallazgo del verdadero Satoshi; las críticas al individuo considerado la figura central del movimiento serían proyectadas sobre Bitcoin.
Necesitamos que Bitcoin siga siendo la estrella de mar. Al ser considerados líderes del movimiento, miembros del directorio de la Fundación Bitcoin ya han sido utilizados para desacreditar a la red, como por ejemplo en el caso de Charlie Shrem. Tras su detención, él renunció de inmediato al directorio, pero el daño ya estaba hecho y titulares como «Arrestan a CEO de Bitcoin» no se hicieron esperar.
Si queremos mantener nuestra red lo más fuerte posible, tenemos que evitar la formación de arañas en nuestra estrella de mar. Esto puede hacerse apoyando la descentralización de los intercambios, promoviendo fundaciones Bitcoin locales, y desalentando la exaltación de los evangelistas de Bitcoin más populares.