Juicio a Ross Ulbricht: el show recién empieza

“-¿Ha llamado a la manicura?
. + No, pero adelante!! No se me había ocurrido llamarla pero ahora pienso que en un viaje como éste no debe uno privarse de ninguna comodidad.
.- ¿Quieres usted las uñas largas o cortas?
.+ Déjemelas cortas porque aquí ya va faltando sitio…”

nightattheopera

Tras leer y escuchar un montón de material sobre el juicio iniciado el martes 13 de enero contra Ross Ulbricht y lo acontecido en esta primera semana del show, no he podido evitar la evocación de la conocida escena del camarote de los hermanos Marx, porque me parece un resumen interesante en una linea. Demasiadas cosas y demasiada gente en el mismo cuarto.

Vamos a ver si podemos darle algo de luz al asunto.

El juicio en su primera sesión mostró las primeras lineas de actuación de acusación y defensa. En el alegato inicial de la acusación se presentó Silk Road como ese lugar del inframundo digital en el que se vendían drogas y armas, con la habitual liturgia que acompaña este tipo de cuestiones (las de drogas, no las de armas) en USA dentro de su paradigma obsoleto de guerra contra las drogas. Se habló del Bitcoin como “eso en lo que conviertes tus dólares para usar en la red y luego se vuelven a convertir en dólares”, lo cuál es una explicación que como poco da pena, pero entendemos las prisas. Aquí quedó claro el objetivo de la acusación de convencer al jurado de que esos bitcoins eran “dinero real” -supongo que en previsión de conseguir cimentar los cargos contra Ross por lavado de dinero.

La defensa inició su partida con un movimiento que parecía no ser esperado: lo primero que hizo fue aceptar públicamente que Ross era el creador de Silk Road. Oh!! ¿Dándole el trabajo hecho a la acusación? No, sembrando una buena duda razonable, como una de las posibles vías de salida del juicio. ¿Duda mientras lo reconoce abiertamente? La defensa de Ross aceptó que es el creador de Silk Road pero como parte de un experimento que luego puso en manos de otras personas cuando vio que le superaba el volumen del asunto.

ross
Ross Ulbricht

En concreto, lo dicho por su abogado fue esto: “Ross Ulbricht creó Silk Road como un experimento económico de libre mercado”. Para los partidarios de la acusación esto busca empatizar con el jurado y con sus posiciones más liberales, y abrir la puerta a posibles formas de evitar la condena (o al menos dejar preparado el camino por si otras vías se cerrasen).

En las siguientes jornadas se abordaron cuestiones para el jurado como el uso de un foro y el sistema de enrutamiento de Tor. Esto empieza a mostrarse como algo imposible de seguir para el jurado en su parte técnica. Incluso para los acostumbrados a esta red, explicar de forma correcta todos los pasos lógico-informáticos que involucra su funcionamiento está fuera de alcance en la mayoría de los casos. Y no, los miembros del jurado no son hackers y expertos informáticos. Así que les dieron una versión “de andar por casa” de lo que era Tor, una versión tan pobre que no gustó ni a la jueza y ya advirtió que esas explicaciones pachangueras debían cambiarse por una adecuada formación hacia el jurado. El asunto de la falta de cualificación técnica del jurado puede convertirse en un obstáculo para la velocidad y la limpieza de un proceso debido.

La siguiente parte comenzó con la exposición por parte de un agente infiltrado -de nombre “Cirrus” en la red- que fue quien orquestó la captura de Ross. Llevaban 1 año tras Silk Road y en los últimos 3 meses habían trabajado cobrando US$1000 a la semana como administrador de Silk Road. Este agente había hecho a Ross conectarse a una página para mirar un mensaje en el foro y Ross fue a hacerlo primero desde un café cercano a casa, pero al verlo demasiado lleno se fue a la biblioteca y allí se conectó al chat con “Cirrus” y a la web del foro para revisar el mensaje. En ese momento el agente dio la orden a sus compañeros de que le detuvieran.

Así quedó la cosa sentada hasta la siguiente sesión en que el abogado de Ross interrogó al agente, poniendo en evidencia que Ross Ulbricht había sido una opción que había aparecido en los 3 últimos meses, y que aunque el agente ahora creía que Ross era Dread Pirate Roberts (DPR desde ahora) durante muchos meses estuvieron creyendo que era Karpeles, CEO del extinto Mt Gox, el fundador y mente creadora de Silk Road. Lo creyeron hasta el punto de que el agente pidió poder pinchar su correo electrónico (cosa curiosa, porque ahora lo pide cuando ya lo han leído y tienen algo) y aunque el agente no era partidario de contactar con Karpeles de momento, unos agentes de una investigación iniciada en otro lado quisieron contactar con él, y lo hicieron con sus abogados, quienes les ofrecieron el supuesto nombre real de DPR a cambio de algún tipo de acuerdo de favor con su cliente, el capo Karpeles. ¿Cómo es que Karpeles tenía esa información meses antes de la captura de Silk Road?

Karpeles
Mark Karpeles

Huelga decir que Karpeles ya ha negado que él fuera DPR ni que tenga relación con Silk Road… ¿qué iba a decir si no? ¿que era él? Para el agente Jared (“Cirrus”), Silk Road fue montado como un dispositivo para poder influir en el precio del Bitcoin desde un lugar que nada tuviera que ver con la moneda de forma directa, bajo las órdenes de Karpeles. Hasta tal punto que el agente llegó a escribir que tenía un montón de pruebas para sentar que Karpeles era DPR, y que es de donde la defensa de Ross está tirando.

Al mismo tiempo que se supo eso de Karpeles, se supo también por parte de otra persona que había pruebas sobradas de que Karpeles había realizado amenazas de muerte sobre empleados suyos, y quien aseguraba tenerlas también aseguraba públicamente que, al igual que él, las tenía la policía japonesa a cargo de la investigación del robo de Mt Gox.

¿Karpeles haciendo amenazas de muerte repetidamente a trabajadores? Vaya con el cártel de MtGox!! 😉

Esa historia viene a aupar de posible a probable el hecho de que Ross haya sido el menos listo, o el menos inmoral, de una cadena de personajes que se han podido ir pasando las responsabilidades hasta dejarlas todas apuntando a él. Ahora ya tienen una duda razonable para el jurado.

¡Pasen todos al camarote!