Entre los aficionados a Bitcoin, hay un grupo de entusiastas que esperan milagros cotidianos de la nueva moneda digital. Este mensaje está dirigido a ellos: Bitcoin ha llegado para cambiar al mundo, pero no lo hará de un día para el otro.
Quienes están apurados por ver cotizaciones record, sepan que ahora mismo la economía Bitcoin se encuentra en plena etapa inflacionaria (un 30-40% anual), y aún así la cotización en los principales sitios de trading se viene manteniendo sorprendentemente estable. Recuerden también que a fines del año 2012 el incremento de la masa monetaria se reducirá un 50% (y sólo será la primera oportunidad en la que esto ocurra); de modo que, si para entonces la demanda se mantiene firme, es razonable predecir un aumento del valor del bitcoin en relación a otras unidades monetarias.
Y quienes están impacientes por que los dueños de bitcoins salgan de compras y gasten generosamente – para contribuir con el crecimiento de esta nueva economía – recuerden que el oro no es utilizado actualmente en la inmensa mayoría de las transacciones, a pesar de lo cual su cotización sigue aumentando. ¿A qué se debe este fenómeno?: a que, en este contexto, la gente valora mucho (y cada vez más) la posibilidad de usar en el futuro – un futuro incierto – el oro acumulado en el presente. Asimismo, la gente se desprende de los medios de intercambio que no preservan su valor en el tiempo.
La actual renuencia a gastar los bitcoins adquiridos es testimonio de sus excelentes cualidades monetarias, y de la confianza en su valor futuro. (Ver Ley de Gresham).