Joven de 15 años gana 100 mil dólares con Bitcoin y crea su propia empresa

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Casi al mismo tiempo que intentábamos llamar la atención de aquellos con alma de emprendedores para que aprovecharan las infinitas posibilidades de la industria Bitcoin, un joven recibía un pequeño regalo que pronto convertiría en un gran proyecto de vida:

Vía Mashable

Cuando Erik recibió 1.000 dólares de su abuela en 2012, los invirtió en Bitcoin, una moneda digital muy poco conocida en aquel entonces. Un año y medio más tarde, los bitcoins que había adquirido valían u$s 100.000, y decidió utilizarlos para lanzar Botangle.com, un servicio de tutoría en línea que funciona con vídeo chat.

¡Nada mal para un emprendedor que sólo tiene 15 años de edad!

La empresa ahora cuenta con más de 20 integrantes del staff (incluyendo programadores, diseñadores y animadores) y más de 100 usuarios activos.

Aunque la base de usuarios es relativamente pequeña, la compañía atrajo mucha atención después de que Erik participara en una sesión de preguntas y respuestas de Reddit, en la que ofreció consejos para emprendimientos y respondió a preguntas sobre la búsqueda del éxito con Bitcoin.

Algunas personas no pueden comprender cómo alguien de 15 años de edad puede hacer algo como esto», dijo Erik. «Lo que mucha gente no entiende es que, joven o viejo, en Internet no hay barreras de entrada que te impidan crear cualquier cosa».

Botangle, que se lanzó en mayo, permite a sus usuarios aprender acerca de cualquier tema; pueden tomar clases de programación, clases de baile, clases de francés (dictadas, por ejemplo, por un parisino), entre muchas otras. Las lecciones son especializadas e individuales, así los usuarios pueden elegir los horarios que funcionen mejor para ellos.

A Erik, que ha nacido en el estado rural de Idaho y llama a las escuelas de su región «limitadas», se le ocurrió la idea después de comprobar que las clases que le interesaban no se ofrecían en las inmediaciones.

Leí “Sin su permiso: Cómo el siglo 21 será creado, no administrado«, de Alexis Ohanian, y me enseñó que podía hacer cualquier cosa a través de Internet. Quise utilizar el poder de la web abierta y libre para que la gente como yo pueda tener acceso a una gran experiencia de aprendizaje, sin importar adónde se encuentre cada uno – zonas rurales como Idaho, Nueva York o incluso África.

Sin embargo, la búsqueda de empleados que tomen al negocio y a él mismo en serio ha resultado ser un desafío.

Cada vez que entrevisto a un candidato potencial para un puesto de trabajo, siempre le pregunto si trabajar con alguien de 15 años de edad le molesta. A veces, ese es el final de la conversación, y otras veces las personas mienten – lo que se evidencia más adelante. Es muy fácil darse cuenta cuando ese es el caso, pero el equipo que tengo ahora es muy considerado, y ellos no me tratan distinto de lo que tratarían a los demás.

Erik dice que normalmente paga a sus empleados en bitcoins:

Estoy compartiendo la riqueza de Bitcoin porque no tengo ninguna duda de que será más grande de lo que nadie pueda imaginar en este momento. Bitcoin es ahora como era Internet en los años 90.

Aunque es claramente un apasionado de difundir la educación a cada vez más personas a través de Internet, Erik no tiene planes para obtener un título universitario propio. Recientemente dejó la escuela secundaria para seguir estudiando desde su casa (home schooling) y así poder concentrarse en Botangle.

De hecho, tengo un trato con mis padres: si gano un millón de dólares antes de cumplir 18 años, no me obligarán a ir a la universidad. Voy a lograrlo aunque muera en el intento.

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Este no es un caso único, ni poco común. Muchas son las jóvenes mentes inquietas que han encontrado en internet una tierra fértil para cultivar sus pasiones y crear valor en el proceso. Y, como bien sugiere el título del libro que leyera Erik, a nadie deben pedirle permiso – menos aún ahora que cuentan con Bitcoin.

Al abolir de hecho las barreras impuestas a la transmisión de valor, Bitcoin multiplica y amplía radicalmente las oportunidades para todos los emprendedores, estén donde estén.

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