¡El tren no se ha ido! (deja de lamentarte)

Por Luis Rodríguez (@RodLuis995)

Cuando Satoshi Nakamoto propuso Bitcoin muchos se rieron de su idea. En todo el criptomundo hay muchas anécdotas contadas en primera persona sobre gente subestimando el potencial del concepto que hoy damos por sentado. Algunos incluso se burlaron de la posibilidad de que el dinero «mágico de internet» llegaría a ser algo. Hoy sabemos que erraron.

También hubieron personas que creyeron tempranamente en ese ideal. Personas que fueron recompensadas por adoptar e invertir tempranamente. Estas personas despiertan en muchos admiración o envidia, ya que se arriesgaron y ganaron, mientras que quienes no se tomaron en serio la propuesta de Satoshi no obtuvieron riqueza alguna.

Incluso en la actualidad todavía muchas personas piensan en términos de «haber perdido el tren». Pero quizás esas personas malinterpretan cuál es el verdadero tren y cuándo realmente parte.

¿No te hiciste rico durante todos estos años? Deja de deprimirte y de autoflagelarte. Culparte constantemente de lo que no hiciste te distrae de «comprar el boleto» y subirte al vagón. Primero que todo, hacerse rico es solo una parte potencial del camino. Segundo, el tren sigue pasando, y seguirá pasando, llevando a la gente hacia el futuro.

Ese tren que muchos creen haber perdido es un proceso de cambio, evolución y crecimiento muy largo como para haberse perdido durante los primeros 10 años de la existencia de las criptomonedas. Recuerda que la vía por la que nos lleva es el descubrimiento y la adopción del efectivo electrónico peer-to-peer a nivel global.

Si te sigues quejando de que ya se fue el tren, e incluso cultivas odio en contra de los primeros adoptantes, desperdicias el tiempo que podrías estar ocupando en aprender sobre el objetivo real de este cambio de paradigma, además de que podrías emplear recursos en adquirir las herramientas necesarias para enriquecerte o comenzar a atesorar criptos que pueden tener un buen futuro en este proceso.

No seas perezoso. No hay soluciones mágicas. Replica lo que hicieron los «early adopters» y probablemente tendrás resultados similares. Incluso puede que te vuelvas uno de ellos. Estamos en 2021 y Bitcoin nació en 2009. Míralo con perspectiva: ¿crees que todos los trenes ya partieron? ¿en tan poco tiempo? De ser así, quizás no hayas entendido algo fundamental: el poder transformador del efectivo electrónico apunta a cambiar el mundo entero, y solamente estamos ante el comienzo de este camino.

Quizás tú estás distraído, pero el tren no se ha ido.