¿Por qué Bitcoin es mejor sin anonimato? ¿Por qué es mejor que se sepa quiénes son los propietarios de las direcciones y adónde van los dineros?
En este mundo hay sólo dos formas de conseguir recursos: A) por la fuerza, o B) ofreciendo algo a cambio. Si los bitcoins son un recurso valioso, entonces todo hombre sabrá a lo que se atiene en función de esta dicotomía moral.
Hoy día ciertos hombres – que se hacen llamar “gobierno” – emplean tiempo y trabajo en investigar cuentas y transacciones de hombres ricos porque les quieren quitar sus recursos de la forma A. Al mismo tiempo, otros hombres – muy distintos – se dedican a ingeniárselas para obtener los recursos de otros según la forma B. A los primeros les interesa su propio anonimato, pero no el de aquellos a quienes roban – mediante los impuestos o la devaluación del dinero estatal – mientras que a los segundos les interesa su propio anonimato – para que no les roben – pero no el de sus gobernantes.
Tanto un bando como otro se afana en “desanonimizar” al contrario, para evaluar sus recursos y cómo los utiliza. Un uso indebido se hace público, y el bando contrario habrá asestado un golpe moral a su adversario, con la consiguiente posibilidad de extraer sus recursos directa o indirectamente. Incluso en la democracia los bandos opuestos – si bien tienen en común su deseo de apropiarse de la misma ubre y pistola – emplean recursos de manera similar para ganarse ventaja, financiando investigaciones periodísticas destinadas a manchar reputaciones, por ejemplo. Así que esta es una batalla que también permea el cuerpo político.
Bitcoin se apreciará en valor, y las monedas estatales se depreciarán; habrá una migración hacia Bitcoin por parte de los gobernantes. Así que, ¿quién tiene un mayor incentivo para romper las defensas que permiten que el uso de Bitcoin sea anónimo?
Cualquier experto en el anonimato en Internet sabe que esta batalla no está decidida.
¿Que incentivo tendrán quienes se aprovechaban de la confusión de un complejo sistema financiero, hecho adrede para proveer de anonimato e inmunidad al ladrón – que cree que todos son de su condición? ¿Querrán que el uso de Bitcoin sea anónimo o no?
¿Y qué incentivo tendrá una empresa honesta que trata de ganarse la confianza y lealtad de sus clientes? ¿Querrá esconder sus cuentas, hacer contratos mercantiles con múltiples direcciones Bitcoin y pagar por quien ofusque sus transacciones y anonimice a sus ejecutivos?
Si sabes responder a estas preguntas, sabrás por dónde irán los tiros.
Luego, aparte de los incentivos, están las posibilidades: ¿cuál de los dos bandos – gobiernos o empresas – tendrán mayores recursos financieros – sin mencionar tecnológicos – para ganarle la batalla a quien intenta esconderse en un mundo donde impera Bitcoin? Aún más, ¿cuál de los dos bandos corre el riesgo de que un desertor desbarate sus intentos?
Y aparte de las posibilidades está la pura ley del mercado: ¿cuál de los dos bandos conseguirá un mayor volumen de negocios – sin mencionar que podrá respirar mientras los hace?
Si esto no fuera suficiente, apelo a tu propio incentivo y sentido. En un mundo que cada vez más depende de Internet, o bien todos somos anónimos, o no lo somos – incluidas las alimañas que usan la violencia del Estado. ¿Por qué tú, que supuestamente eres honrado quieres – a largo plazo – esconderte?