Bitcoin: la moneda de reserva mundial

Fuente: Medium.com

currency-warCuanto más tiempo Bitcoin sobrevive, más probable es que irrumpa con fuerza como una mejor opción entre las monedas de las economías en desarrollo. Estoy cada vez más convencido de que Wences ha estado en lo cierto con respecto a Bitcoin como reserva de valor, y que es esta la aplicación viral que siempre ha estado ahí, visible y oculta a la vez. En un golpe de ironía, podríamos estar ante un 50% de probabilidad de que Bitcoin pase de ser una moneda cripto-anarquista a un activo que respalde a las tecnologías financiera 1.0, y en una moneda funcional de reserva para el mundo en vías de desarrollo. Y si ese es el lugar que ocupará en el mediano plazo, aún así sería un resultado fenomenal.

Considera lo siguiente: la inflación del bitcoin se desacelerará a un ~ 4% para el año 2017 –algo razonable para los estándares que manejan los economistas en la mayoría de las economías modernas, y no demasiado alejado de la meta de la mayoría de los bancos centrales–. Este es además un 4% predecible. Sí, esa cifra contrasta con la volatilidad que el bitcoin inevitablemente tendrá como moneda joven, pero la tasa de señoreaje seguirá siendo bastante baja. Y la «emisión» decreciente de nueva moneda reducirá gradual e inevitablemente la presión vendedora que ejercen los mineros. Eso probablemente ayude a estabilizar el mercado lo suficiente como para fijar precios de más derivados, y más baratos, que permitan obtener cobertura de la volatilidad a quienes la precisen.

Considera lo siguiente: la mayoría de las monedas en las economías en desarrollo apestan, y serán devaluadas hasta el olvido en dos décadas, si no mucho antes. Si crees que la moneda nacional que usas tiene una probabilidad del 50% de ser totalmente destruida en los próximos diez años, y piensas que Bitcoin tiene una probabilidad del 50% de sobrevivir, tiene sentido comprar bitcoins con tu moneda nacional. Probablemente sólo sea necesario que un país empiece a comprar bitcoins para su banco central (como si fuera oro), para que otros sigan su ejemplo rápidamente. Vinny Lingham, de Gyft –quien ha demostrado tener una extraña habilidad para captar las tendencias en los precios que importan–, está de acuerdo conmigo:

El tweet dice: «En los próximos años los mayores compradores de bitcoins serán los gobiernos»

Considera lo siguiente: docenas de países de todo el mundo ya operan en un sistema de dos monedas, con el dólar estadounidense como una alternativa normal. El desdeño de los economistas con respecto a la idea de Bitcoin como potencial reserva, con el argumento de que «los gobiernos y sus bancos centrales jamás cederían ese tipo de control monetario», ignora que muchos bancos centrales tienen dólares y oro como reserva.

Considera lo siguiente: ni siquiera el dólar estadounidense es probable que sea la moneda de reserva mundial dentro de 20 años. He rogado todos los economistas inteligentes que se me han cruzado en el camino que refuten esto, pero nadie lo ha hecho hasta el momento. Es fácil mirar a nuestra economía y pensar «seguimos siendo los mejores», pero la economía de China empequeñecerá a la nuestra para el 2040. Es probable que India nos eclipse también, y en cualquier caso muchos otros países crecerán a buen ritmo mientras nuestra economía se estanca. En un mundo en el que EE.UU. es la segunda o tercera economía más grande del mundo, y representa el 15% de su PBI, en lugar del 25%, ¿quién honestamente cree que el dólar va a ser la única moneda de reserva? (Esta no es una pregunta retórica, por cierto. Envíame un contraargumento y lo publicaré).

btcSi todo esto es cierto, entonces se deduce que: en un mundo en el que incluso el papá de todas las monedas de reserva fiat sea destronado, y exista una alternativa neutral, estable y predecible, algunos países empezarán a probar el bitcoin. En realidad, sólo se necesita un experimento exitoso para crear un efecto dominó. Cuanto más más tiempo sobreviva Bitcoin, más tiempo tenemos para construir una infraestructura robusta para apoyar un ecosistema completamente funcional capaz de sostener toda la economía de un país pequeño. Todo lo que tenemos que hacer es esperar la inevitable tormenta regional que se gestará en un mundo ya seriamente afectado por la guerra de divisas.

En un golpe de ironía, los políticos y los economistas keynesianos podrán ver finalmente la moneda de reserva mundial que su ídolo John Maynard Keynes propuso hace 80 años.

Sólo que se habrá filtrado sigilosamente por la frontera. Y estará completamente fuera de su control.

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