A menudo escuchamos decir a los abanderados de la prudencia que Bitcoin es un experimento radical, que nada parecido se ha visto en la historia, y que por lo tanto supone un enorme riesgo para cualquiera que se acerque sin un traje antiexplosivos. Sin embargo, lo cierto es que la creación de Bitcoin fue inspirada por la única forma de moneda que ha sido universalmente utilizada durante milenios (el oro y otros metales preciosos). En un sentido, es razonable afirmar que Bitcoin está recorriendo el camino más explorado.
Y sí… en otro sentido Bitcoin puede ser considerado un experimento, pero no uno tan radical y peligroso como otros experimentos monetarios –en los que nos obligan a participar cual cobayos de laboratorio–. Así lo explica Andreas Antonopoulos:
El experimento monetario realmente loco y radical no es Bitcoin…
En los últimos seis años se ha llevado a cabo un experimento monetario absolutamente radical…
Por primera vez en la historia, los bancos centrales han llevado a cero las tasas de interés.
Y no sólo uno de ellos, a pesar de que se trata de un experimento sin precedentes…
Son 21 los bancos centrales que han llevado las tasas de interés a cero, y las han dejado allí durante 6 años.
Y ahora no pueden ser aumentadas, porque un pequeño aumento desencadenaría el colapso de toda la economía.
Esto nunca ha sucedido.
Es el experimento de política monetaria más radical desde la introducción de la banca central en la década de 1920.
No sabemos cómo va a terminar, pero es muy probable que no termine bien.
Lo que se ha hecho es el equivalente a darle a alguien –darle a la economía–, un goteo intravenoso de cocaína en altísimas dosis, por 6 años.
Y en algún momento va a llegar la resaca.
Y va a ser brutal.
Porque ahora el paciente apenas se mantiene despierto bajo los efectos de un goteo contínuo de cocaína en dosis máxima.
Y nos estamos quedando sin cocaína…
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La próxima vez que un «experto» te diga que tengas mucho cuidado con Bitcoin, porque todo el asunto puede volar por los aires en cualquier momento, fíjate si no está parado sobre un barril de pólvora.