Fuente: tucker.liberty.me Por Jeffrey Tucker
En la vida real, un feriado significa tiempo libre y diversión. En el mundo de la banca, un día feriado significa un día de robo a los clientes como forma de mantener a flote un sistema en bancarrota.
Han pasado unos cuantos años desde que hemos visto algo así en alguna economía importante, pero eso es exactamente lo que el gobierno griego está haciendo ahora para detener el retiro masivo de depósitos bancarios.
Agotados y hartos, otros gobiernos de la Unión Europea se negaron a extender otro préstamo a Grecia. Esto asustó a los depositantes, que formaron filas en cajeros automáticos de todo el país. Como era previsible, el primer ministro Alexis Tsipras anunció que iba a cerrar todos los bancos para tratar de contener la marea.
Un detalle con respecto a esta manera de encarar el problema: ¡jamás ha funcionado! Cerrar los bancos no hace más que añadir leña al fuego. A menudo lo que sigue es el anuncio de que el gobierno va a devaluar o directamente robar el dinero de la gente. La escasa confianza en el sistema que aún quedaba se evapora, junto con el valor de la moneda.
Curiosamente, el oro no se ha inmutado ante la noticia. De hecho, el oro está en un mínimo de 60 días en los mercados globales.
Bitcoin, por otro lado, está en movimiento.
Es hora de aceptarlo. Bitcoin llegó para quedarse. Es el nuevo refugio seguro del mundo, habiendo desplazado al oro en ese rol. Las razones son bastante obvias. Bitcoin es más líquido que el oro. No ocupa espacio. Su peso es nulo. Es más seguro. Una vez que eres propietario, nada puede quitarte lo que es tuyo. Y no tienes que depender de un tercero –como un depósito de oro o un banco– para que cuide tu dinero.
Todo esto tiñe de una suprema ironía el anuncio que el banco central griego publicó el año pasado alertando a los consumidores acerca de los riesgos de Bitcoin. Bitcoin es mucho más seguro y fiable que cualquier moneda nacional. Eso incluye el dólar estadounidense.
No hay gobierno en el mundo que se niegue a cerrar los bancos cuando la clase gobernante teme un colapso financiero. Eso es lo que está pasando en Grecia. Eso podría suceder en cualquier país europeo. Y podría suceder en los EE.UU. también. Al fin y al cabo, el gobierno se considera a sí mismo el propietario de la moneda de toda una nación, y por lo tanto de la riqueza que esta representa.
Es necesario contar con otra opción, y la gente lo ha sabido por mucho tiempo. La pregunta es: ¿cuál es esa opción? Bitcoin está aquí para salvar el día. No será la primera ni la última vez. El invento de Satoshi podría salvar a Grecia y al mundo.