Por nik5ter, de Medium.com (vía CoinDesk)
Estamos sentados en un banco del parque. Es un hermoso día.
Tengo una manzana. Te la doy a ti.
Ahora tienes una manzana y yo tengo cero.
Eso fue sencillo, ¿verdad?
Echemos un vistazo de cerca a lo que sucedió:
Mi manzana fue puesta físicamente en tu mano.
Tú sabes que eso sucedió. Yo estaba allí. Tú estabas allí. La tocaste.
No necesitamos de una tercera persona para ayudarnos a hacer la transferencia. No necesitamos llamar al tío Tommy (quien es un famoso juez) para que se siente con nosotros en el banco y confirme que te di la manzana.
¡La manzana es tuya! No puedo darte otra manzana porque no tengo ninguna. Ya no tengo control sobre la misma. Ya no está bajo mi poder. Tú tienes el control total sobre esa manzana ahora. Se la puedes dar a tu amigo si quieres, y luego ese amigo puede dársela a su otro amigo. Y así sucesivamente.
Así es cómo se ve un intercambio en persona. Es lo mismo si te doy un plátano, un libro, una moneda de 25 centavos, o un billete de un dólar….
Pero me estoy adelantando.
Volvamos a las manzanas
Digamos ahora que tengo una manzana digital. Toma, te voy a dar mi manzana digital.
¡Ah! Ahora se pone interesante.
¿Cómo sabes que esa manzana digital que solía ser mía, ahora es tuya, y sólo tuya? Piensa en esto por un segundo.
Es más complicado, ¿no? ¿Cómo sabes que no envié esa manzana al tío Tommy como un archivo adjunto de correo electrónico antes que a ti? ¿O a su amigo Joe? ¿O a mi amiga Lisa también?
Tal vez hice un par de copias de esa manzana digital en mi ordenador. Tal vez la subí a Internet y un millón de personas la descargaron.
Como puedes ver, este intercambio digital es un poco problemático. El envío de las manzanas digitales no se parece al envío de manzanas físicas.
Algunos científicos de la computación en realidad tienen un nombre para este problema: lo llaman el problema del doble gasto. Pero no te preocupes por eso. Todo lo que necesitas saber es que los ha confundido desde hace bastante tiempo, y no han podido resolverlo.
Hasta ahora.
Pero intentemos pensar en una solución por nuestra cuenta.
Libros contables
Tal vez estas manzanas digitales necesitan ser contabilizadas en un libro mayor. Se trata básicamente de un libro en el que haces el seguimiento de todas las transacciones – un libro de contabilidad.
Este libro de contabilidad es digital, y tiene que estar a cargo de alguien.
En World of Warcraft, Blizzard, la compañía que creó el juego en línea, tiene un «libro contable digital» de todas las espadas de fuego que existen en su sistema. Así que, genial, alguien como ellos podría llevar la contabilidad de nuestras manzanas digitales.
Increíble, ¡lo resolvimos!
Problemas
Sin embargo, existen algunos inconvenientes:
1) ¿Qué pasa si alguien en Blizzard decide crear más manzanas digitales? ¡Podría agregar un par de ellas a su cuenta cuando quisiera!
2) Las cosas ya no son exactamente como cuando estábamos en el banco del parque aquel día. Entonces éramos solo tú y yo. El depender de Blizzard sería como llamar al tío Tommy (un tercero) para que venga desde los tribunales (¿ya mencioné que es un famoso juez?) cada vez que efectuamos una transacción en el banco del parque.
¿Cómo puedo simplemente entregarte mi manzana digital, pero de la manera habitual, como lo habíamos hecho con la versión física?
[box size=»large» style=»rounded» border=»full»]¿Existe alguna forma de replicar digitalmente nuestra transacción del banco del parque, donde solo estábamos tú y yo? Parece algo complicado…[/box]
La solución
¿Qué pasa si compartimos el libro contable con todo el mundo? En lugar de que el mismo exista en un ordenador de Blizzard, estaría en los ordenadores de todo el mundo. Todas las transacciones de manzanas digitales que se hayan llevado a cabo, en cualquier momento, serían grabadas en él.
No puede haber engaño. Yo no podría enviarte manzanas digitales que no tengo, dado que esta información no podría ser sincronizada con todos los ordenadores en el sistema, que ya «saben» que no tengo esa manzana. Sería un sistema difícil de engañar. Sobre todo si llegara a adquirir cierto tamaño.
Además, no estaría controlado por una sola persona, por lo que sé que no habrá nadie que simplemente decida darse a sí mismo más manzanas digitales. Las reglas del sistema serían definidas al principio. Y el código y las normas serían de código abierto, ya sabes, algo como el software utilizado en el teléfono Android de tu mamá. O un poco como Wikipedia. Está ahí para que la gente inteligente contribuya a mantenerlo, asegurarlo, mejorarlo y testearlo.
Tú también podrías participar en esta red, actualizar el libro contable y asegurarte de que el balance cierre. Por tu trabajo, podrías recibir 25 manzanas digitales como recompensa. De hecho, esa sería la única manera de crear más manzanas digitales en el sistema.
Lo he simplificado bastante…
… pero este sistema del que te hablo ya existe. Se llama protocolo Bitcoin. Y esas manzanas digitales son los «bitcoins» dentro del sistema. ¡Fabuloso!
Así que, ¿has visto lo que pasó? ¿Lo que permite un libro contable público?
1) Es de código abierto, ¿recuerdas? El número total de manzanas se definió en el libro contable público al principio. Yo sé la cantidad exacta que existe. Dentro del sistema sé que su número es limitado (son escasas).
2) Al hacer el intercambio, ahora sé con certeza que la manzana digital dejó de estar bajo mi posesión y pasó a ser completamente tuya. Antes yo no era capaz de lograr esto con las cosas digitales. La transacción será actualizada y verificada por el libro contable público.
3) Debido a que es un libro de contabilidad público, no necesité del tío Tommy (de terceros) para que se asegurara de que no hice trampa – que no hice copias extra para mí, que no envié una misma manzana dos veces, o tres veces…
[box size=»large» style=»rounded» border=»full»]Dentro del sistema, el intercambio de una manzana digital es igual que el intercambio de una física. Es lo mismo que ver una manzana física dejar mi mano y caer en tu bolsillo. Y al igual que en el banco del parque, el intercambio necesitó de sólo dos personas: tú y yo. No necesitamos del tío Tommy para que sea válido.[/box]
En otras palabras, se comporta como un objeto físico.
¿Pero sabes qué es lo bueno? Que sigue siendo digital. Ahora podemos intercambiar 1.000 manzanas, ó 1 millón de manzanas, o incluso 0,00000001 manzanas. Puedo enviarlas con el click de un botón, y hacer que lleguen a tu bolsillo digital, aunque yo esté en Nicaragua y tú en Nueva York.
¡Incluso puedo hacer que otras cosas digitales convivan con estas manzanas! Después de todo, estamos hablando de algo digital. Tal vez pueda agregar algo de texto – una nota digital. O tal vez pueda adjuntar cosas más importantes, como un contrato, un certificado de acciones, o una tarjeta de identificación…
¡Así que esto es genial! Pero, ¿cómo debemos valorar estas «manzanas digitales»? Son muy útiles, ¿no?
Bueno, un montón de gente está discutiendo acerca de ello actualmente. Existen debates entre ésta y aquella escuela económica. Entre los políticos. Entre los programadores. No hagas caso a todos ellos. Algunas personas son inteligentes. Algunas otras están mal informadas. Algunos dicen que el sistema vale mucho, algunos que en realidad su valor es cero. Un tipo fijó un valor de u$s 1.300 por manzana. Algunos dicen que es oro digital, otros que es una moneda. Otros dicen que son como los tulipanes. Hay gente que dice que va a cambiar el mundo, algunos dicen que es sólo una moda pasajera.
Yo tengo mi propia opinión al respecto.
Aunque esa es una historia para otro momento. Pero chico, ahora sabes más sobre el Bitcoin que la mayoría.