La única manera de frenar el crecimiento de una economía libre es manipulando su moneda. ¿Significa esto que una economía basada en Bitcoin, la moneda a prueba de monopolios, es imparable? Eso creemos.
La próxima vez que oigas a algún “experto” repetir como un loro que Bitcoin sólo sirve para especular (a pesar de toda la evidencia en contrario), pregúntate de qué manera se vería él afectado por la propagación de una moneda de uso voluntario, blindada contra la inflación y libre de intermediarios no deseados. Recuerda que el miedo es una emoción intensa, y que Bitcoin es la peor pesadilla de los que lucran con el más temible de los privilegios: el de manipular la moneda con fines políticos.
Mientras los intelectuales a sueldo del poder de turno ignoran la realidad, en las calles de Kreuzberg – un distrito ubicado en el sur de Berlín – la gente desafía sus «teorías».
Vía the guardian
Nadim Chebli recuerda muy bien al primero de sus clientes que decidió pagar con bitcoins – en lugar de dinero en efectivo o tarjeta de crédito – por los discos que compró. «Yo recién había empezado a aceptar Bitcoin», dijo el dueño de la tienda Long Player, de 36 años de edad, «y los primeros compradores llegaron en seguida: un chico que compró The Big Time, de Tom Waits, y luego una joven que compró un compilado de los Beatles de 1967 «.
Para Chebli no es fácil definir las características distintivas del usuario de Bitcoin «típico». «No hay un grupo etario, ni un sexo, ni un rasgo específico; son… bueno, es gente normal».
Florentina Martens ha tenido la misma experiencia desde que abrió su café de estilo parisino, dos meses atrás, a unos doscientos metros de la tienda de Chebli. Según ella, «no hay un prototipo del bitcoiner – puede ser cualquiera. Déjame ponerlo en estos términos: no se trata sólo de nerds.»
Al igual que Chebli, Martens, cuyo Kersenvlaai (pastel de cereza) de su Maastricht natal es considerado una de las mejores ofertas gastronómicas de la zona, dijo que decidió aceptar Bitcoin por lo fácil y económico que le resulta usarlo, y por la transparencia del sistema. «Es mucho mejor que otros sistemas de pago digitales. Como comerciante, las tarjetas de crédito me cuestan mucho dinero».
Graefekiez es un acogedor barrio del distrito de Kreuzberg, en el sur de Berlín, que fue fundado en el siglo XIX. Allí, el número de negocios que aceptan Bitcoin va en aumento. La lista incluye, entre otros, un restaurante, una imprenta, un bar y una boutique.
«Al analizar el estado actual de la economía y cómo se está manejando, sobre todo después de lo que hicieron en Chipre, realmente creo que ya no podemos confiarle nuestro dinero a los bancos», dijo Heidi Leyton, una guía de turismo británica que trabaja a cambio de bitcoins.
«Bitcoin es la primera moneda global que tenemos. Parece algo sacado de una novela de ciencia ficción, pero créase o no podemos usarla aquí y ahora», dijo Jeff Gallas, estudiante de derecho, mientras esperaba su beefburger en Room 77, un bar muy popular en Graefekiez que se ha convertido en un imán para los entusiastas de Bitcoin. El dueño de Room 77, Joerg Platzer, incluso paga con bitcoins a algunos de sus proveedores. «Cada día que NO utilizamos un sistema como Bitcoin, en realidad lo que estamos haciendo es votar por la continuación del sistema actual», señaló Platzer.
Cuando le preguntamos a Mike Gogulski, un desarrollador de Bitcoin, qué pensaba acerca de la volatilidad del precio y su impacto en los comercios, respondió lo siguiente: «Las oscilaciones del precio son como los dolores del parto de un sistema completamente nuevo; un sistema que tiene el potencial de transformar la manera en que nos relacionamos con los flujos de riqueza y energía humana».