A estas alturas, la ambigüedad de las declaraciones gubernamentales acerca de Bitcoin y la ausencia de guías oficiales ya no responden al desconocimiento de la criptomoneda, sino al desconcierto ante un fenómeno que los gobiernos no pueden controlar.
Diciendo algo que puede ser interpretado de una u otra manera, los reguladores se reservan un amplio margen para la arbitrariedad, y así mantienen la ilusión de que son ellos los protagonistas de esta historia.
Lo mejor que pueden hacer, sin embargo, es dejar a la gente en paz. ¿Será esta la postura que adoptará el gobierno chino, como algunos afirman?, ¿o acabará China aislándose de la nueva economía, como sugieren otros? Esto es lo que opina al respecto Jack Wang, un Bitcoin entreprenueur que reside en Beijing:
Fuente: Tech in Asia
El 5 de diciembre de 2013, el Banco Popular de China, el Ministerio de Industria de la Información, la Comisión Reguladora Bancaria, la Comisión Reguladora de Valores y la Comisión Reguladora de Seguros de China emitieron conjuntamente una notificación advirtiendo a los ciudadanos acerca de los riesgos de Bitcoin. A su vez, determinaron que las instituciones financieras deberían mantenerse al margen de la criptomoneda. No obstante, también aseguraron que la gente es libre de comprar, vender – en forma directa o a través de plataformas de intercambio – y de usar bitcoins, no como dinero de curso legal sino como «un bien virtual».
El anuncio dio lugar a una avalancha de ventas generada por el pánico, que provocó una caída en el precio del bitcoin. No obstante, los creyentes inquebrantables en Bitcoin de China no parecían perturbados. Muchos lo consideraron como algo inevitable. Uno de ellos dijo que esto «ya se venía gestando», mientras que otro se mostró muy contento, ya que este anuncio «no puede ser más positivo, dadas las circunstancias».
Un respetado miembro de la comunidad bitcoiner local, conocido como «el Príncipe», comentó que la decisión de no tratar al bitcoin como dinero de curso legal es una muy buena noticia para la industria. Su lógica es que el reconocimiento de la criptomoneda como una forma de dinero de curso legal daría lugar a todo tipo de obstáculos regulatorios para las nuevas empresas.
Mi opinión es que estas esperadas declaraciones son positivas y alentadoras, pues eliminan el fantasma de la prohibición y la incertidumbre propia de un marco regulatorio indefinido. Creo que China seguirá siendo el mayor mercado potencial para Bitcoin en el mundo.