Fuente: Oleg Andreev
— ¿Quieres saber por qué se le llama «Bitcoin»?
Jane se acomodó las gafas para mostrar que se estaba preparando para una de esas largas y apasionadas discusiones. Bebió un sorbo de jugo de naranja y, sin esperar una respuesta, continuó.
— El que más cerca ha estado de llegar a crear Bitcoin fue Nick Szabo. ¿Has leído sus obras acerca de bit gold, títulos de propiedad seguros y contratos inteligentes?
— He oído algo de bit gold. Fue un precursor de Bitcoin que no alcanzó a despegar, ¿verdad?
— No exactamente. Nick nunca propuso ningún algoritmo o protocolo específico, sólo presentó una descripción general. Bit gold era sólo una idea a explorar. No estaba claro exactamente cómo debían generarse las «monedas» de una manera que no requiriese confianza entre las partes y cómo podía verificarse la propiedad de las mismas. Además, en su propuesta las monedas no eran fungibles. Su valor dependía de la escasez definida por la complejidad de la prueba de trabajo asociada a cada una de ellas. Había algunos otros problemas con este modelo. Nick identificó la necesidad de un registro seguro de títulos, pero nunca propuso un protocolo concreto para que este pudiera funcionar en una escala global.
— Entonces, ¿qué ingrediente faltaba?
Mike empezó a sentirse impaciente. No era la primera vez que iba a participar en una conversación llena de conceptos tales como «confianza cero», «libro mayor» o «monedas». Se preparó para escuchar por centésima vez una disertación acerca de la mecánica de Bitcoin, las firmas digitales, el hashing y todo eso.
— ¡Ja! No faltaba ninguno.
Mike parecía genuinamente perplejo.
— Mira, Nick realmente estableció todas las ideas necesarias para un sistema funcional: prueba de trabajo para la escasez, necesidad de un registro de la propiedad descentralizado y seguro, contratos inteligentes. Todas las piezas del rompecabezas estaban allí, pero no en el lugar correcto.
Jane hizo una pausa dramática y sus ojos brillaron.
— Ilumíname 🙂
— ¿Qué pasa si lo que haces escaso no son las propias monedas, sino el registro de la propiedad? Tan escaso que sólo puede haber uno, lo que resuelve automáticamente el problema de la sincronización. Cada moneda individual se torna perfectamente fungible porque todas las monedas (con el tiempo) comparten la misma prueba de trabajo. Y dado que la prueba de trabajo envejece con el tiempo y tenemos que agregar nuevas transacciones, podríamos marcar las nuevas transacciones con una prueba adicional de trabajo, manteniendo así la escasez al amontonar todas las pruebas de trabajo en una prueba gigante. La emisión de nuevas unidades es una consecuencia natural de esto: cierta cantidad programada podría asignarse para cada lote de prueba de trabajo.
— Impresionante. ¿Significa eso que Nick es Satoshi?
— No estoy seguro. Satoshi nunca mencionó los escritos de Nick Szabo. Puede que Nick haya tratado ingenuamente de ocultar su relación con Bitcoin, o bien que alguien inspirado por Nick haya tratado de dirigir la atención hacia él.
— O es Nick y él trata de hacernos creer precisamente eso 🙂
— De cualquier manera, Bitcoin es claramente un resultado del estudio de la obra de Nick Szabo, cuya propuesta estaba incompleta sin esta pequeña pero poderosa idea unificadora.
— Prometiste decirme por qué se llama «Bitcoin».
— ¿Es que no lo ves? El libro mayor, la cadena de bloques, es sólo una moneda de bit gold con la escasez mantenida por una prueba de trabajo cada vez mayor. De ahí «bit coin» –singular–.
— ¡Vaya! Y esta moneda graba su propia historia de transferencias de propiedad en sí misma. ¡Fascinante! Suena como de ciencia ficción.
— ¡Y se pone mejor! Hay otras cosas interesantes que se hacen evidentes desde esa perspectiva.
— Soy todo oídos.
— Se está haciendo tarde. Dejémoslo aquí por ahora y continuemos la próxima vez.