Desde que los bitcoins adquirieron valor monetario, casi todos los bitcoiners se han hecho en algún momento la siguiente pregunta: ¿Conviene involucrarse en minería?, ¿o es mejor directamente comprar bitcoins?
Un factor muy a menudo mencionado, pero que en realidad no debería condicionar la respuesta, es el nivel de dificultad para obtener bitcoins vía minería. Todo lo que sabemos es que éste se relacionará en forma directamente proporcional con el poder computacional que aporte el total de los mineros, y que el poder computacional de la red aumentará o disminuirá siguiendo al precio del bitcoin (los mineros tienden a invertir más, y a mantener sus equipos encendidos más tiempo, si el precio del bitcoin lo justifica). Pero nadie sabe cuál será el nivel de dificultad en el futuro – ni siquiera aproximadamente, ya que nadie sabe a ciencia cierta cuál será el precio del bitcoin en el futuro.
Estos son los factores a tener en cuenta:
- Acceso a la tecnología.
- Costo de la energía eléctrica.
- Espacio disponible para que los dispositivos mineros trabajen sin perturbar a su dueño.
- Tiempo para dedicarle a las actualizaciones de hardware y software.
- Tiempo para reemplazar piezas o reparar eventuales daños.
- Conocimiento de los fundamentos de Bitcoin.
- Horizonte temporal del minero.
- Propensión al riesgo del minero.
En definitiva, el balance debe hacerlo cada uno. Pero sea cual sea la decisión (minar, comprar o minar y comprar), cabe recordar que nunca ha sido muy rentable liquidar inmediatamente los bitcoins minados. LuisCar, nuestro columnista invitado del día de hoy, se centra en los últimos tres factores mencionados – los más importantes, no obstante lo cual poco se habla de ellos – para explicarnos por qué:
En la época en la que la dificultad para minar era de 1, los mineros gastaban electricidad mientras que los bitcoins no tenían valor; cuando pasaron a valer unos céntimos de dólar, era mejor gastarse 20 de éstos en adquirir un montón de aquellos que tener la computadora constantemente trabajando, generando calor y ruido, y consumiendo electricidad. Y así puedes extrapolar esta reflexión hasta el día de hoy.
¿Y esto por qué es así? Pues por una simple ley de mercado y es la de que a mayor riesgo en la inversión mayores ganancias potenciales. La inversión en minería es menos arriesgada ―sobre todo antes de los ASICs― que la compra directa de los bitcoins. En el caso de que la criptomoneda pasara a valer cero, un comprador de bitcoins perdería toda su inversión, mientras que un minero retendría el valor de sus equipos. Este factor diferencial se ve reducido con los sistemas de minería por ASIC, ya que éstos son dispositivos tan específicos que su valor de mercado será proporcionalmente inferior al de los anteriores FPGAs y mucho menor que el de los antiguos rigs GPU en el caso de un escenario de fracaso del bitcoin. Es decir, con la llegada de los ASICs el riesgo que asume un minero se aproxima al que toma un comprador de moneda, por lo que la decisión de decantarse por la minería cada vez es más difusa con respecto a la de comprar.
Ver texto en su hilo de Bitcointalk.org
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Ver también El sentido de la minería de bitcoins