Fuente: BTC Theory
Por Noel
Traducido al español por majamalu para elBitcoin.org
En los últimos años se han escrito varios artículos y entradas de blog acerca de la Ley de Gresham y Bitcoin, la mayoría afirmando que Bitcoin está destinado a desaparecer a causa de la Ley de Gresham. Irónicamente, serán las monedas fiat las que morirán debido a esa ley, no Bitcoin, porque el valor real del dinero fiat siempre va a ser inferior al valor real – asociado a la utilidad – de Bitcoin.
Ley de Gresham
La ley de Gresham establece que la mala moneda expulsa a la buena moneda debido a que la primera está sobrevaluada. En otras palabras, que los consumidores se benefician gastando el dinero de inferior calidad y acaparando el dinero de superior calidad. Un ejemplo: supongamos que tienes un billete de US$ 100 y una moneda de oro Double Eagle (de 1 onza) de «20 dólares». En términos de valor oficialmente reconocido (nominal), el billete de US$ 100 es superior a la moneda de «US$ 20». Sin embargo, sólo un idiota gastaría esa moneda en bienes por un valor de US$ 20, cuando su valor como commodity es de más de US$ 1.000. Es por eso que no vemos monedas de oro de US$ 20 en circulación – la gente ha acumulado esas monedas.
Esto es lo que quiere decir que «la mala moneda expulsa a la buena»; el problema no es que el dinero en sí mismo no tiene un cierto valor, el problema es que los gobiernos establecen arbitrariamente el precio de las unidades momentarias.
El valor del dinero fiat
El valor del dinero fiat está ligado a la legitimidad de los gobiernos que lo emiten. Ahora mismo estamos viendo una fuerte caída del peso argentino (una vez más), como resultado de la negativa del gobierno a pagar sus deudas. La gente se deshace de los pesos lo más rápido posible para obtener a cambio algo que se puedan consumir o bien que retenga su valor en el tiempo. Hay demasiada oferta de pesos y la demanda es insuficiente; en consecuencia, el valor del peso no encuentra un piso.
Es importante entender que la alta inflación está vinculada a un aumento en la velocidad del dinero, ya que la gente trata de realizar transacciones con ese dinero casi de inmediato para no perder su poder adquisitivo.
Los mercados libres y la ley de Gresham
Cuando nos fijamos en el bitcoin desde el punto de vista de la Ley de Gresham, nos es imposible determinar si está sobrevaluado o subvaluado, ya que por definición cualquiera que sea el precio de mercado en un determinado momento se corresponde con su valor real. Sin embargo, debido a que el suministro de bitcoins vía minería es inelástico y su valor puede variar de un momento a otro, tendremos que mirar otros indicadores para ver si el bitcoin está subvaluado o sobrevaluado; por ejemplo, el volumen de transacciones.
El volumen de transacciones puede actuar como un indicador del valor del bitcoin, ya que podemos suponer que si el bitcoin está sobrevaluado, se gastarán más bitcoins que dinero fiat, mientras que si bitcoin está subvaluado, el volumen de transacciones caerá, puesto que la gente preferirá gastar más fiat que bitcoins. El volumen de transacciones funciona como un indicador de valor porque la oferta de bitcoins no se puede ajustar de ninguna manera que no sea a través de las transacciones.
Ajuste de la velocidad del bitcoin
Si el bitcoin está subvaluado, el volumen de transacciones continuará en disminución, ajustando la oferta monetaria hasta que se alcance un precio de equilibrio. Si el bitcoin está sobrevaluado, la oferta no podrá satisfacer a la demanda y el precio aumentará hasta que se llegue a un nuevo equilibrio. Debido a que el valor del bitcoin está determinado por el valor que la gente le otorga a la red en cada momento, cambia constantemente y crea un blanco en movimiento.
Como la «creación» de bitcoins es inelástica, no hay forma de ampliar la oferta monetaria que no sea a través del intercambio. Cuando el precio se encuentra subvaluado o sobrevaluado, el volumen de transacciones se aleja del volumen medio. Es por eso que antes de un considerable aumento del precio vemos un volumen bajo de transacciones; significa que la mayoría de los compradores y vendedores ha llegado a un «acuerdo» acerca del precio actual, y no tienen la necesidad de involucrarse en intercambios para cerrar la brecha entre el valor otorgado al bitcoin y el precio del momento.