Fermat es un proyecto open source que fue presentado este diciembre pasado en la conferencia Bitcoin laBITconf que tuvo lugar en México. ¿Y qué es Fermat? Fermat es, en pocas palabras, un framework o entorno de trabajo pensado para dar soporte y desarrollo a aplicaciones que utilicen la cadena de bloques (blockchain).
Hemos charlado con Luis Molina, del equipo de Fermat, para que nos cuente más sobre esta plataforma.
Symposion: Hola Luis. Cuéntanos qué fue lo que os planteasteis a la hora de iniciar este proyecto.
Luis Molina: Nosotros soñamos con un mundo en el cual cada persona es financieramente libre, su dinero hace ya tiempo que es digital, y administrado por un software inteligente que le saca el mayor provecho que –matemáticamente– se le pueda sacar al dinero en beneficio del usuario. Este software no tiene subjetividad, su premisa es simple: mantener el dinero del usuario final en la forma o el medio que a éste le resulte financieramente más eficiente. Punto.
S: ¿Y de dónde salió la idea del nombre?
L: Llamamos a este software Fermat porque, como plantea el famoso último teorema del matemático del mismo nombre, para llegar a ese punto será necesario resolver no uno, sino múltiples problemas.
S: ¿Cuáles serían esos pasos a ir solventando?
L: Para empezar es preciso que el dinero sea digital. Hasta hace muy poco el dinero era físico, salvo el que está en los bancos que es digital. Pero cuando lo depositas en un banco ya no es tuyo sino del banco, quien tiene la obligación de devolvértelo. Pero todos sabemos que eso no siempre ocurre.
La invención de Bitcoin elimina la última barrera técnica que impedía la digitalización del dinero cash: el problema del doble gasto. Con lo cual ahora no existe ya ningún impedimento técnico para que los gobiernos del mundo emitan su dinero en forma digital reutilizando la misma tecnología. De hecho, compañías como IBM y otras similares están precisamente empujando en esa dirección.
S: Vale, ahora ya tenemos el dinero digital al alcance de cualquiera –gobiernos incluidos– pero eso ya es así desde hace algunos años y no ha ocurrido la difusión masiva que muchos deseamos.
L: Cuando Estados Unidos y Europa lo hagan, el resto del mundo les copiará. El resultado será que cuando la gente de gran parte del mundo pueda decidir entre tener su dinero altamente inflacionario o el que tiene muy poca inflación –eso tan solo seleccionando un par de opciones en su móvil–, una gran proporción de la gente a nivel mundial elegirá no usar su moneda local. Eso incluso llevará a que a la mayoría de estas monedas nacionales les cueste sobrevivir.
Por otro lado, se ha creado un ecosistema de startups alrededor de Bitcoin y todos sus derivados. Lamentablemente, a pesar de haber superado el ritmo de inversión en Internet de los años 90, y de que muchas de estas compañías tienen desde hace un buen tiempo muchos millones para invertir, no se ha producido una adopción masiva de Bitcoin ni de ninguna otra alternativa supra nacional.
S: Y si no tenemos aún esa adopción masiva… ¿qué hacer mientras?
L: Existe una cierta carrera mundial por ver quién produce la “killer app”, o la aplicación que masifique el uso de Bitcoin, pero el tiempo pasa y nadie produce esa “killer app”, o ninguna resulta serlo.
S: ¿Entonces?
L: Nosotros creemos que tarde o temprano esta va a aparecer, pero el proceso para que esto suceda no es el más eficiente posible. Es sabido que la mayoría de las startups mueren tras intentar salir adelante ofreciendo simplemente un par de productos o servicios. Y, por lo general, al morir esas startups muere con ellas lo que sea que hayan creado y el dinero invertido se pierde sin remedio. Esto no pasa en el mundo científico donde si alguien descubre algo, por más que no tenga una utilidad en lo inmediato, más adelante otro se la encuentra y reutiliza lo que hizo el primero.
S: Esa reflexión es muy acertada, en la ciencia “se aprovecha” todo. ¿Esa filosofía está integrada dentro de Fermat?
L: Fermat usa esa lógica como uno de sus pilares para llegar al futuro que soñamos: definir un plan maestro a muy largo plazo con todo lo que queremos que ocurra; luego invitar a cualquiera a construir ese futuro, componente por componente, en diferentes etapas. De esta manera no hay duplicidad de esfuerzos y ninguna inversión se pierde.
Todo lo que se construye se hace por piezas y todas las piezas son reutilizables, permitiendo que el desarrollo se acelere a medida que pasa el tiempo y de esa manera llegamos todos más rápido a la meta. En otras palabras: pasamos de competir a colaborar.
S: Una mentalidad totalmente “open source”, pero ¿hay lugar para la monetización y el negocio?
L: A diferencia de muchos proyectos open source –donde la participación es desinteresada– Fermat crea un modelo de negocios para incentivar a quienes aporten componentes, ya que Fermat reconoce al autor de cada componente y le permite definir una “micro-licencia de uso”. Si un componente se termina utilizando en un producto para usuarios finales, dichos usuarios finales pagarán mensualmente la suma de todas las micro-licencias de uso de todos los componentes necesarios para la app que está corriendo. El mismo sistema garantiza el cobro de estas licencias, restando algunas milésimas al usuario final, dividiéndolas y enviándolas al dueño de cada componente.
S: Suena estupendamente. Además, al estar integrado dentro del propio sistema y con la blockchain por medio, no se deja mucha posibilidad al fraude. ¿Qué más aporta Fermat a lo ya existente en el mercado?
L: Las startups hoy en día diseñan un producto y lo ofrecen al mundo de manera global. Sin embargo, la gente del mundo es muy variada: no es lo mismo un niño que un adulto, un chino que un americano, una persona universitaria que alguien con déficit de conocimientos. Existen muchas diferencias culturales, de grupo, de edad, de intereses, etc.
Dividir todo en componentes reutilizables nos permite obtener un alto nivel de segmentación, ya que es sencillo cambiar la interfaz de usuario de un mismo producto y ofrecer a cada segmento un producto adaptado exactamente a sus necesidades.
S: Eso es una gran oferta para el mercado ya existente: un producto que ha personalizado su feeling para un determinado grupo y es sencillo de adaptar a otros. Pero lo mejor, para mi gusto, es lo del pago asegurado a los autores con esas micro-licencias que “se cobran” sin intervención de terceros. ¿Animará a un efecto en cadena?
L: Una startup ofreciendo su producto a través de Fermat puede beneficiarse incluso de lo que hace cualquier desarrollador en otro rincón del mundo. El desarrollador puede tomar componentes de la startup y especializarlos para otro nicho de la población mundial. De esta manera, el desarrollador cobra por sus micro-licencias a la vez que favorece a la startup, facilitando la incorporación de nuevos clientes a su servicio en lugares que ni se imaginaba.
S: Suena genial. ¿Y cómo anda Fermat en cuanto a centralización y censura?
L: Sabemos que el día que aparezca una “killer app” con potencial de masificar Bitcoin esta será exageradamente regulada o censurada lisa y llanamente. Por esto diseñamos Fermat: para que las Fermat apps que utilicen nuestra plataforma sean resistentes a la censura. Tomamos las propiedades de Bitcoin, que aseguran esa resistencia a la censura, y las proyectamos hacia un sistema de front-end. Hicimos Fermat open source y con su propia red p2p para permitir a las Fermat apps intercambiar información sin tener que ir a través de un servicio centralizado que pueda ser censurado.
S: Me gusta como suena todo eso: hecho para que no pueda ser intervenido. Pero entonces ¿cuántas cosas es Fermat?
L: Pues, por lo dicho anteriormente, podríamos describir Fermat como un conjunto que incluye tres partes: una red p2p, un framework (o plataforma) para crear front-ends para aplicaciones que usen una blockchain existente o por existir, y un sistema de aplicaciones construidas con componentes corriendo sobre dicho framework, que abarcan una gran variedad de posibles casos de uso.
S: Y para terminar Luis, ¿cómo va el desarrollo del proyecto y cuándo podrá palparse a fondo?
L: Pues piensa que Fermat se concibió en el 2014 y a principios del 2016 comienza a salir a la luz. A pesar de volar bajo el radar por casi dos años, somos más de 50 personas trabajando a tiempo completo en Fermat. Y no paramos de crecer ya que cada semana un par más de personas renuncian a su antiguo trabajo y se unen al proyecto para construir entre todos este futuro.
S: Pues desde elBitcoin.org os deseamos la mejor de las suertes y esperamos volver a tener noticias vuestras pronto. Y a nuestros lectores, les aconsejamos no perderse el vídeo de presentación que –no sé porqué será– me ha alegrado el día. 🙂 ¡Mucha suerte!
L: Mucha suerte para vosotros también. Seguramente nos volveremos a encontrar en breve.