El sitio elfinancierocr.com cubrió con una nota bastante extensa y detallada el tema Bitcoin:
Si usted va a comprar por Internet, tiene tres opciones: usar una tarjeta de crédito o débito, transferir electrónicamente el dinero o pagar con bitcoins .
Se trata de una moneda virtual, criptográfica y descentralizada, que puede usarse como forma de pago en línea (en los comercios electrónicos que la aceptan) o como inversión, pues puede ser transada por monedas reales, como explica We use bitcoins en un video
No es emitida por un ente central, sino que los propios usuarios la “minan” con un software de código abierto, que se instala en cualquier computadora.
Un algoritmo regula su ritmo de generación a nivel global, de forma que la cantidad de bitcoins que puede ser “minada” se reduce a la mitad cada cuatro años, lo que garantiza el control de la inflación. Su valor lo determina la oferta y la demanda del mercado.
Una vez “minado” el bitcoin , puede utilizarse para realizar diversas transacciones. Cada una de ellas queda registrada cronológicamente en un historial, conocido por todos sus usuarios. De hecho, por eso en Bitcoin.org definen la divisa como “cadena de firmas digitales” .
“La red puede ver que alguien está enviando a una contraparte, pero no pueden saber quiénes son las partes involucradas en la transacción”, aseguran.
Bitcoin
¿Dinero fácil?
Una moneda que se puede hacer en una computadora y que sirve para pagar o para comprar otras monedas de la vida real suena un negocio demasiado fácil… y lo es.
“Me metí porque me pareció algo curioso, que tenía bastantes beneficios y que era una manera más fácil de comprar por Internet. Pero, la verdad, actualmente es muy difícil generar bitcoins y es complicado comprarlas en Latinoamérica”, dijo a EF Jorge Araya, usuario de la moneda virtual, quien es conocido en los mercados de bitcoins como Shackra .
Similar experiencia tuvo Luis, estudiante de informática que descubrió bitcoins hace algunos meses. “No llegué a ganar mucho, porque se necesita una computadora con muchos recursos. Con los equipos comunes, es muy difícil ‘minar’”.
Por eso, Shackra comprará una computadora de gran capacidad que pueda dedicar exclusivamente a la minería de bitcoins para transarlas con otros costarricenses interesados. “Pero eso va a ser a más largo plazo”, dijo.
Otra opción para crear bitcoins es unirse a grupos de mineros ( pooled mining ) y, entre todos, contribuir a la generación de los bloques de monedas, que después se reparten proporcionalmente, según la cantidad de recursos aportados para generarlos.
También es posible comprar bitcoins en mercados, a través de intermediarios que funcionan como puestos de bolsa: reciben las ofertas de compra y de venta y, a cambio de una comisión, buscan una contraparte que se ajuste.
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millones de bitcoins han sido minados a la fecha por unos 60.000 usuarios en todo el mundo.
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“¿Por qué comprar oro, si lo puedo minar? Porque es difícil y bastante caro. Lo mismo con bitcoins : para poder ‘minarlos’, hay que hacer una inversión sustancial en poder computacional (hardware y refrigeración), además de gastar muchísima electricidad”, asegura Francisco Dagnino, cofundador y CFO de uno de estos mercados de intercambio (tradehill.com ).
Similar criterio tiene Tom McCabe, presidente de otro sitio que brinda ese servicio (get-bitcoin.com ). “Instalar una operación de minería es casi tan caro como comprar bitcoins con nosotros. Además, tardará de meses a años en recuperar los costos de capital”, aseguró a EF.
Pros y contras
Para sus propulsores, que sea una moneda virtual no es un riesgo, sino una ventaja.
“Al ser una cadena que se actualiza con cada transacción, para falsificarla, el atacante tendría que interceptarla, crear un bloque antes que el resto de los nodos y ponerse al día con los que se hayan generado en el tiempo en que estuvo falsificando la cadena”, explican en Bitcoin.org.
Por eso, Dagnino considera que, “por los algoritmos de encriptación en los que se basa, no existe aún la tecnología que pueda falsificar una bitcoin ”.
Aún así, a Marco Monge, consultor senior en gestión de riesgos de Deloitte, le preocupan otros temas de seguridad, como los riesgos que asume el usuario al dar al software de bitcoins acceso a su equipo, pues se trata de la ejecución de código remoto.
Pero sus impulsores ven otros beneficios de la moneda. Que no hay una autoridad central que la regule, que emita dinero, ni que registre las transacciones hace posible que los usuarios puedan transar directamente entre ellos, sin la intervención de un tercero.
“El potencial de un commodity descentralizado, libre y distribuido es enorme. Personalmente, creo que es el inicio de una economía global colaboracionista”, dijo a EF Dagnino.
Sin embargo, para Monge eso no es exactamente así: la propia red es ese “tercero” que realiza esas acciones y que firma digitalmente los recursos para asegurar que no se está realizando un fraude con dicha moneda. “Así, el fin de la eliminación de terceros no se da en su realidad”, sostuvo.
Además, considera que, como en muchos países aún no se considera una moneda de cambio, su uso no es totalmente funcional.
“ Bitcoin está sujeta al mismo proceso de valuación de cualquier moneda, por lo que, a mayor demanda, menor su tasa de cambio”, dijo Monge. Prueba de ello es que hace unos meses un bitcoin valía $30, mientras que ahora se transa por menos $5.
“Sin embargo, habría que valorar cuál podría ser el comportamiento que estaría teniendo en el mercado y si realmente las organizaciones y empresas estarían dispuestas a transar dinero libremente sobre la red para valorar si es factible invertir en este nuevo sistema financiero o no”, añadió.
Por ahora, el panorama no está claro. Mientras esta semana el mercado de intercambio de bitcoins ExchB anunció el cierre del negocio sin dar explicaciones (pero asegurando que pagarían a todos sus clientes las transacciones pendientes), en GetBitcoin se transaron cerca de 50 órdenes por $10.000. “Y esperamos más”, aseguró McCabe.
El tiempo dirá si las bitcoins crearon una nueva economía virtual o si serán solo otra anécdota tecnológica de la historia.
