Fuente: TechCrunch
En el siglo 14, la familia Medici utilizó el poder del recién inventado sistema de contabilidad de doble entrada para construir un imperio bancario transfronterizo que los bancos siguen utilizando hoy en día. Hoy, más de 600 años después, los pagos transfronterizos totalizan más de 22 billones de dólares.
Estas operaciones son esenciales para los negocios internacionales, y cada vez más importantes a medida que el comercio mundial continúa su expansión. El Sistema de los Medici –que utiliza un registro centralizado de lo «nostro» y lo «vostro» (en español «nuestro» y «tuyo»)– simplemente no es lo suficientemente bueno para un sistema financiero global en el siglo 21.
El libro mayor de Bitcoin, un registro público inmodificable que no requiere la intervención de terceros para determinar quién es dueño de qué, representa en el siglo 21 lo que el sistema de los Medici representó en el siglo 14.
Los pagos transfronterizos
El proceso de pagos transfronterizos que hemos heredado presenta una madeja de desafíos imposibles de desenredar sin tener un sistema global de pagos aceptado en todas partes.
Un pago transfronterizo internacional típico de una pequeña a mediana empresa cuyos pagos son del orden de los 1.000 a 10.000 dólares, puede tomar varios días a un costo de hasta un 5 por ciento del total de la transacción. Vamos qué hay detrás de dicho proceso.
- Antes de que una empresa pueda hacer una compra grande a un fabricante, el comprador ofrece una carta de crédito de una institución financiera al proveedor, que actúa como una garantía de pago. Hay una tarifa no trivial para la adquisición de esta y su emisión puede tomar varios días.
- Una vez que la carta de crédito ha sido proporcionada, por ejemplo, por una empresa estadounidense que busca comprar a un proveedor de Brasil, el proveedor envía una factura por una cantidad adeudada.
- El negocio de Estados Unidos inicia una transferencia de dinero en su banco principal, por un monto superior a lo que se debe en la factura. Esto es con el fin de cubrir las muchas comisiones requeridas a lo largo del camino.
- En el transcurso de varios días hábiles, el banco principal del comprador cobra una primera comisión por iniciar la transferencia del dinero y eventualmente mueve el dinero a una de sus cuentas en un banco estadounidense.
- Una vez que el pago llega del banco principal del comprador a la cuenta de este en un banco estadounidense, este segundo banco cobra una primera comisión, y luego cobra otra comisión por procesar el pago del comprador y moverlo a otro banco en Brasil. Esto lleva otro par de días hábiles.
- Al recibir el pago, este último banco convierte la denominación en dólares del pago del comprador a reales brasileños con un diferencial del tipo de cambio. Si bien el banco puede intercambiar divisas a un precio mayorista, el ahorro de hacerlo no se transmite al cliente, sino que es retenido como beneficio adicional. Otra comisión por tramitación del pago es tomada por el segundo banco antes de que el pago pase al banco principal del proveedor. El cambio de divisas y posterior transmisión del pago toman un par de días adicionales.
Las comisiones, los tiempos de transacción y la opacidad que son considerados normales en este antiguo sistema de pagos transfronterizos son sofocantes para los negocios, especialmente en la era de Internet.
La buena noticia es que la solución está frente a nuestras narices. Como sistema de pagos, Bitcoin tiene el potencial de revolucionar los flujos transfronterizos de dinero.
Con Bitcoin, el comercio global puede fluir de manera segura y eficiente. Por diseño, Bitcoin puede ser utilizado por cualquier persona con acceso a internet, totalmente al margen del sistema bancario con sus incontables intermediarios y esa multitud de seres humanos propensos al error llenando un formulario tras otro a medida que el pago se mueve de banco en banco.
Es mucho más fácil efectuar una transacción Bitcoin que cargar con una maleta a través de fronteras, enviar un cheque por correo postal o esperar varios días para que la industria bancaria mueva sus engranajes.
No hay necesidad de intermediarios en un mundo de pagos transfronterizos basado en Bitcoin. Bitcoin hace todo lo que hacen los intermediarios del sistema de pagos que hemos heredado, sólo que mucho mejor, mucho más rápido y mucho más barato.
La dinastía de los Medici fue disuelta en el siglo 18. Pero su sistema contable, disruptivo para la época, aún se sigue utilizando más de 600 años después de su creación. Yo diría que es momento de una actualización.