Por E7ernal
He visto a muchos hablar sobre anarquía y Bitcoin sin entender muy bien una cosa ni la otra.
A mucha gente parece preocuparle que BCH se asocie íntimamente con una ideología política marginal llamada anarcocapitalismo (también conocido como voluntarismo, anarquía de mercado o anarcolibertarianismo). Simplemente los llamaré anarquistas aquí, pero ten presente que no incluyo a anarquistas de bandera negra ni a ninguna otra variante izquierdista del anarquismo cuando uso la palabra «anarquista». Muchos de los primeros en adoptar Bitcoin son, de hecho, libertarios, y algunos de ellos son anarquistas. Esto es un hecho. Pero no significa que uno deba ser un anarquista para hacer contribuciones valiosas a Bitcoin, y ciertamente no importa qué valores políticos uno abrace como usuario de Bitcoin.
Es fundamental reconocer la diferencia entre la filosofía que impulsa el proyecto y la comunicación del mismo a todo el mundo.
Para nosotros, Bitcoin es un medio para incrementar la libertad, una herramienta para remover la moneda del dominio estatal. Aspiramos a devolver el poder al individuo sobre su vida y su propiedad. Este es un objetivo anarquista. Por supuesto, no tienes que ser un anarquista para anhelar lo mismo, pero si consideras tuyo ese objetivo, lo compartes con los anarquistas.
El objetivo último, para el anarquista, es lograr la plena soberanía individual defendiendo la gobernanza voluntaria de las garras de las instituciones políticas. Así que ten en cuenta que si no eres un anarquista, aun así te conviene tenernos cerca, porque somos los fanáticos que mantendrán a Bitcoin en curso. Nos importa esa misión que inspiró a Satoshi hace más de una década. Sin esa base filosófica, lo que hace que Bitcoin sea especial desaparecerá, y entonces tendrás una ICO más. En eso se ha convertido, en mi opinión, Bitcoin Core (BTC), porque los usurpadores del proyecto desecharon los principios filosóficos que están en la raíz del proyecto original y emprendieron una guerra contra su propia comunidad.
Ahora bien, mientras que en nuestra propia comunidad podemos reconocer la importancia de estas ideas, cuando damos a conocer Bitcoin ante el mundo debemos limitarnos a un mensaje apolítico. Bitcoin ofrece la posibilidad de empoderar a las personas, y deberíamos compartir con los usuarios potenciales las muchas maneras en que Bitcoin lo hace. Habla de tarifas bajas, de poder enviar dinero a cualquier persona sin intermediarios, de pagos internacionales, contratos inteligentes, etc. No te preocupes por la política. Eso es historia, y está ahí para los geeks que quieran profundizar en cómo surgió este increíble invento. Al 99% de las personas no les importa, y nunca les importará. No debes restregárselo en la cara.
Al encarar a la gente, piensa como un hombre de negocios, no como un predicador. Vende un producto, no una ideología. No hay nada malo en ello, siempre y cuando no olvides las raíces filosóficas de Bitcoin.