Una objeción que comúnmente se le hace a Bitcoin es que si en general se espera que su valor aumente –debido a su emisión inelástica y restringida– «la gente nunca gastará sus bitcoins; los guardará a la espera de que el precio suba, y por lo tanto Bitcoin no puede tener éxito como moneda».
Esta falacia incurre en varios errores de razonamiento económico. Por ejemplo, toma un factor –el presunto deseo de ahorrar bitcoins bajo la expectativa de que su precio será aún más alto en el futuro–, y lo trata como el único factor, a pesar de que muchos otros factores también están en juego. También asume que todas las personas son iguales todo el tiempo y que sus escalas de valores no cambian nunca. Por último, considera que todos los bitcoins que una persona ha acumulado forman un bloque indivisible, ignorando la posibilidad de que existan decisiones marginales sobre el uso de cantidades más pequeñas en relación con un saldo total y contextos específicos.
En contraposición con esa motivación supuestamente implacable de acaparar indefinidamente se encuentra la variación del precio de un bien en relación al valor de un determinado número de bitcoins ahorrados. A medida que el valor de cambio por unidad aumenta, el valor total de lo ahorrado se eleva con él. Para ilustrar cómo este factor contradice directamente el argumento de la falta de uso por deflación, he aquí una historia de bitcoins y trajes de US$ 500.
Si Hayek tiene 100 bitcoins cuando el precio del bitcoin es de US$ 5, comprar un traje de US$ 500 lo dejaría con un traje y sin bitcoins. Sin embargo, la misma compra con un bitcoin en US$ 50 lo dejaría con un traje más un saldo restante de US$ 4.500 en bitcoins. En US$ 500 por bitcoin, él podría conseguir el traje y aún así mantener un balance en bitcoins por un valor de US$ 49.500. Por último, a US$ 5.000 por bitcoin, podría comprar ese mismo traje y retener US$ 499.500 en bitcoins.
El balance que Hayek enfrenta entre el traje y la proporción de sus bitcoins ahorrados que debe ser intercambiada para obtener ese traje varía con el valor de cambio. Cuando el valor de cambio del bitcoin se eleva (supuestamente su defecto fatal como moneda), el costo del mismo traje como porcentaje del total de los bitcoins ahorrados disminuye, en el ejemplo anterior, de 100% a 10% a 1% a 0,1%. La elección entre comprar un traje con el 100% del saldo de los propios bitcoins o con un 0,1% de ese mismo saldo es bien diferente y debería quedar claro cuál de estas dos condiciones es más probable que «estimule» una compra.
A medida que el valor del bitcoin aumenta, la posición de un traje con respecto a una determinada cantidad de bitcoins en la escala de valor de una persona dada tenderá a cambiar de tal manera que será cada vez más probable, no menos, que el mismo titular de 100 bitcoins compre un traje. Esto no significa que otros factores compensatorios, como el deseo de retrasar el gasto en previsión de un valor de cambio futuro superior, no estén también presentes. Esto significa que el factor más a menudo citado no es el único y, además, que otros factores importantes apuntan en la dirección exactamente opuesta de la tesis del desuso por deflación.
Por Konrad S. Graf Ver texto original, en inglés