Fellow Traveler decidió armar una lista con todas las cualidades de Bitcoin que son relevantes desde un punto de vista monetario. Lo interesante del caso es que su lista resultó ser una completa descripción de la moneda ideal, tal y como los estudiosos solían imaginarla en sus ejercicios teóricos.
Consideremos las singulares propiedades de Bitcoin:
Divisible.
Fungible.
Precioso (concentra mucho valor).
Reconocible.
Durable.
Sin riesgo de contraparte.
Escaso
De suministro predecible.
Puede obtenerse mediante minería.
Liquido.
Internacional.
No manipulable. (No centralizado).
Es evidente que las singulares propiedades de Bitcoin lo asemejan al oro, metal que se convirtió en moneda en virtud de las fuerzas del mercado, y no a partir de un decreto. Aunque gracias a su naturaleza etérea, Bitcoin suma nuevas propiedades:
No se puede confiscar.
Las cuentas no se pueden congelar.
Admite el anonimato.
Se puede transferir electrónicamente.
Image by Pickersgill Reef/Flickr
Esta nueva serie de propiedades sirve para eludir a las fuerzas que sustituyen artificialmente al oro (o a un sistema monetario basado en oro) por el dólar. Después de todo, las diversas leyes inmorales que imponen el uso de tal o cual divisa dependen de la violencia para hacer circular el mal dinero en una economía que, de otro modo, habria adoptado el oro. Esas fuerzas artificiales tienen su origen en el monopolio del poder para emitir, almacenar, congelar, confiscar, rastrear y transferir dólares.
