Fuente: bitcoinhelp.net
Traducido al español por majamalu para elBitcoin.org
La clave para evitar que tus transacciones Bitcoin sean asociadas a tu identidad es evitar que otras personas sepan cuáles direcciones te pertenecen. Si tratas de permanecer en el anonimato (o, más precisamente, en el seudo-anonimato) con Bitcoin, te interesará conocer las maneras más comunes en que la verdadera identidad de las personas queda por siempre asociada a sus direcciones Bitcoin.
1. Publicar tu nombre junto a tu dirección Bitcoin online
¿Quién lo sabe? Cualquier usuario de Internet.
Esto es una obviedad, pero es la forma más común en que la propiedad de una dirección Bitcoin es revelada. Mucha gente en Internet muestra públicamente una dirección Bitcoin junto a su nombre real, con la esperanza de que alguien envíe bitcoins allí.
Una vez publicada, esta información queda disponible para cualquier persona con una conexión a Internet. Las direcciones Bitcoin son fáciles de encontrar con un motor de búsqueda, y gracias a cosas como la caché de Google y The Way Back Machine, probablemente quedarán para siempre en la «memoria de Internet».
2. Intercambiar bitcoins por moneda nacional en un exchange
¿Quién lo sabe? El sitio de intercambio.
Casi todos los sitios de intercambio que manejan monedas nacionales están sujetos a regulaciones que pretenden evitar el «lavado de dinero», por lo que exigen a sus clientes que prueben su identidad mediante imágenes escaneadas de sus documentos, estados de cuenta bancarios y facturas de servicios. A menos que puedas falsificar este tipo de documentos, el exchange sabe exactamente quién eres y conservará estos registros, así como el de todos los movimientos de fondos desde y hacia tu cuenta, indefinidamente.
3. Comprar cosas con bitcoins
¿Quién lo sabe? El comercio y/o el procesador de pagos
No es fácil evitar que tu identidad sea conocida cuando haces compras con bitcoins, ya que – a menos que compres bienes digitales descargables – por lo general tienes que proporcionar un nombre y una dirección de envío. El destinatario de tu pago puede echar un vistazo a la dirección desde la cual envías los bitcoins, así como a las direcciones a donde llega el cambio.
4. Usar un cliente liviano o un monedero web
¿Quién lo sabe? Los administradores de los servidores.
Los clientes livianos no tienen una copia local de la cadena de bloques, por lo que deben comunicarse con un servidor SPV que sí la tiene. Al comunicarse, tus direcciones Bitcoin, además de tu dirección IP, son reveladas a quien opera el servidor SPV. Es cierto que los clientes livianos tienen la capacidad de enmascarar las direcciones por medio de bloom filters, pero en general esta herramienta no se encuentra adecuadamente implementada.
Los monederos web tienen conocimiento de primera mano de tus direcciones Bitcoin porque tu cartera reside en sus servidores. Cualquier información adicional que les proporciones (como número de teléfono, ubicación o dirección de correo electrónico) también puede ofrecer pistas sobre tu verdadera identidad.
5. Usar Bitcoin sin Tor o una VPN
¿Quién lo sabe? Tu proveedor de servicio de Internet (ISP)
Bitcoin no tiene ningún tipo de cifrado incorporado en lo que respecta a la difusión de transacciones a través de su red P2P. Cuando el cliente transmite las transacciones, estas pasan a través de los servidores de tu ISP. Tu ISP puede interceptar y analizar este tráfico, y así diferenciar las transacciones que pertenecen a tu dirección IP de aquellas que simplemente has ayudado a propagar.
El uso de Bitcoin con Tor o una VPN puede enmascarar tu dirección IP real, lo cual permite disociar tu tráfico relacionado con Bitcoin de tu identidad.
¿Quién más podría saber?
Aún si el vínculo entre tu identidad y una dirección Bitcoin sólo es registrado por un comerciante, administrador de servidores o propietario de un exchange, esto puede cambiar con el tiempo. Los registros pueden ser hackeados y filtrados, o pueden ser obtenidos mediante chantaje. Además, oficiales de justicia pueden utilizar citaciones, órdenes judiciales o cartas amparadas por las nuevas leyes de «Seguridad Nacional» para obligar a cualquier persona a entregar esos registros.