Por Gavin Andresen
¿Qué pasaría si un grupo que representa una minoría del poder de cómputo minero, y tal vez algunos comerciantes y un exchange, decidieran adherir a ciertas reglas de consenso diferentes a todos los demás?
¿Habría dos sabores diferentes de Bitcoin? ¿Causaría esto graves perturbaciones a la economía Bitcoin? ¿Estarían a salvo tus monedas?
(Alerta de spoiler, por si estás apurado: no, no, y sí).
Voy a comenzar asumiendo que existe una mayoría significativa (dos tercios o más –cómodamente por sobre el 50%–) que quiere un conjunto de reglas de consenso, y una minoría que quiere otro conjunto de reglas de consenso. Este análisis no funciona si existe una división equitativa de la opinión acerca de las reglas. También estoy asumiendo que la mayor parte del poder de cómputo y una mayoría significativa de los ahorristas y creadores de transacciones (la «mayoría económica«) se encuentran del mismo lado. El análisis es diferente si los mineros y los exchanges / comerciantes / usuarios no están de acuerdo acerca de cuáles deberían ser las reglas.
Por lo tanto, si hay una bifurcación en la cadena de bloques, y una rama es apoyada por una mayoría significativa del poder económico y de cómputo, y la otra rama es apoyada por una minoría, rápidamente dichas ramas pasarán a tener distinta longitud. Consideremos un escenario en el cual el poder de cómputo está dividido en una proporción de 80/20, y supongamos que ambas ramas tienen mínimos cambios en las reglas de consenso:
La rama mayoritaria generará un bloque cada 12,5 minutos durante 17,5 días, hasta que se ajuste la dificultad y se vuelva a generar un bloque cada diez minutos.
Los mineros de la rama minoritaria generarán un bloque cada 50 minutos durante 70 días, hasta que se ajuste la dificultad y dicha rama vuelva a generar un bloque cada diez minutos.
Los mineros deben esperar que se generen 100 bloques antes de poder gastar sus monedas recientemente acuñadas, y ese es el primer desincentivo para los mineros de la rama minoritaria: tendrán que esperar aproximadamente tres días y medio para poder enviar esas nuevas monedas a alguien dispuesto a intercambiarlas por bienes, servicios, o cualquier otra moneda. Los mineros de la rama mayoritaria podrán intercambiar sus nuevas monedas al cabo de menos de un día.
Pero la cuestión más importante para los mineros que decidan permanecer en la rama minoritaria es: ¿habrá alguien dispuesto a adquirir esas «monedas minoritarias» recién acuñadas? ¿Y a qué precio?
Operar de forma segura en la rama minoritaria es difícil, porque justo después del fork todas las transacciones son válidas en ambas ramas (dado que las monedas no gastadas antes del fork son aceptadas como válidas en ambas ramas). «Págame once monedas minoritarias» es lo mismo que «Págame once monedas mayoritarias» si la transacción va a ser aceptada en ambas ramas. Pero si las monedas minoritarias valen menos que las monedas mayoritarias, estamos ante un gran problema.
Las monedas minoritarias valdrán mucho menos que las monedas mayoritarias, porque son peores desde todo punto de vista. Sus confirmaciones demoran más tiempo, son aceptadas por menos gente como medio de pago, están protegidas por un poder de cómputo mucho menor, y es mucho más difícil realizar con ellas transacciones seguras.
Es por eso que los mineros se verán incentivados a abandonar la rama minoritaria; de lo contrario, después de los tres días que demoran en madurar las últimas monedas minoritarias que han acuñado, es muy probable que el valor que pueden obtener a cambio de ellas caiga prácticamente a cero.
Si se esforzaran lo suficiente …
Si la minoría introdujera grandes cambios en las reglas del consenso, entonces podría eludir muchos de estos problemas. Cambiar arbitrariamente el nivel de dificultad para los mineros solucionaría el problema de las transacciones que demoran demasiado tiempo en confirmarse. Cambiar el algoritmo de prueba de trabajo eliminaría el riesgo (del que no he hablado) de que los mineros en la mayoría utilicen parte de su poder de cómputo para atacar la rama minoritaria.
Cambiar el formato de las transacciones para que estas no sean válidas en ambas cadenas eliminaría el riesgo de enviar accidentalmente once monedas mayoritarias (por un valor de unos miles de dólares) a alguien cuando en realidad la intención era enviar once monedas minoritarias (que podrían valer mucho menos).
Pero cualquiera de las opciones mencionadas supondría un cambio radical –algo equivalente a crear una altcoin–. Hay un montón de altcoins, pero su existencia no perturba la economía Bitcoin ni representa una amenaza para quienes poseen bitcoins.
Una rama minoritaria sería aún menos perturbadora y menos amenazante para Bitcoin que cualquier altcoin.