Los habitantes de Bitcoinlandia, inmersos como estamos en este noble experimento, a menudo pasamos por alto las condiciones que lo han hecho posible y las razones que lo impulsan. El escrito que hoy hemos traducido nos invita a mirar a nuestro alrededor con nuevos ojos, para descubrir lo que hace único al proyecto Bitcoin, y así entender adónde nos encontramos y hacia dónde nos dirigimos.
Bitcoin seguirá su camino a la masividad gracias a un factor humano clave: el incentivo. La gente habla de las dificultades del sistema tal como existe actualmente – los sitios de intercambio centralizados, la inestabilidad, las regulaciones que pesan sobre el dinero fiat, etc. Todos estos problemas, y los que vendrán, van a resolverse con el tiempo. ¿De qué manera? Como he dicho, gracias a los incentivos que están en juego.
Ten presente quiénes fueron los primeros en adoptar Bitcoin. Entre estos especuladores se cuentan algunas de las mentes técnicas y creativas más brillantes del planeta, todas trabajando para resolver – y ayudando a otros a resolver – cada problema que se presenta. Todos ellos poseen bitcoins, de modo que su fortuna depende en gran medida de su capacidad para cooperar eficazmente en la solución de estos problemas. No ganan absolutamente nada compitiendo entre si o manteniendo secretos, y no van a fallar.
Mira, esto es muy nuevo.
El modelo con el cual estamos familiarizados es el siguiente: Una nueva empresa contrata a los mejores programadores y estrategas, les paga lo que piden y tal vez les ofrece acciones atadas al desempeño futuro de la empresa, para que se esfuercen aún más. El desarrollo del proyecto, por supuesto, no se hace público, ya que necesita privacidad – de lo contrario, la información podría ser utilizada por la competencia. Pero es justamente el secreto lo que priva al proyecto del talento que el mundo podría ofrecerle.
En el otro extremo del espectro están los proyectos de internet de código abierto. Este modelo invita a trabajar a todo aquel que esté interesado en hacerlo. Pero debido a su naturaleza, los proyectos de código abierto carecen de un centro desde el cual financiar el trabajo de los programadores. Claro está, muchos de ellos trabajan duro de todas formas, movidos por el desafío, por una causa en la que creen u otros motivos personales. Pero en el proyecto Bitcoin hay algo más, algo que explica el extraordinario impulso que ha cobrado.
Estamos hablando de un proyecto de código abierto que busca reemplazar el actual sistema monetario para el beneficio económico de todos los involucrados, en el cual participan las mentes más brillantes que hay en el mundo.
Y sí, vamos a tener a los mejores y más ricos trabajando juntos en pos de un mismo objetivo, mientras los demás los animamos y hacemos lo que esté a nuestro alcance para ayudar. Microsoft, Google o IBM nunca serán capaces de igualar esa fuerza de trabajo. Ya contamos con más “empleados” que todas esas compañías juntas, todos incentivados con «acciones» cuyo potencial de apreciación produce vértigo. Debemos comprender que un proyecto de estas características es algo único en la historia de la humanidad.
Los problemas serán solucionados cada vez más rápido; el mercado será cada vez más estable, y por lo tanto más atractivo para cada vez más gente. Y puesto que no habrá ninguna burocracia defendiendo los privilegios de las élites financieras, por fin la gente común tendrá la oportunidad de hacer sus propias fortunas con trabajo duro e ingenio, en un mercado verdaderamente libre. Los ricos se verán obligados a conservar su riqueza de la misma forma.
Este es un giro sin precedentes, que ha desencadenado una nueva etapa – imposible de frenar – en la evolución de la sociedad.
Bienvenidos a Bitcoin.