Fuente: Inside Bitcoins
Cuando la gente piensa en las economías más libres del planeta ahora mismo, opciones que resultan obvias como Singapur y Suiza son las que nos vienen primero a la cabeza. El lector puede obtener una estimación decente de los países más libres del mundo echando un vistazo al Índice de Libertad Económica de la Fundación Heritage.
Aunque hay bastantes economías que pueden ser consideradas como “mayormente libres”, la realidad es que la única que posiblemente pueda recibir una puntuación perfecta en este momento es la economía Bitcoin. Echemos un vistazo a cómo la economía Bitcoin calificaría frente a las otras 178 economías en el ranking de la Fundación Heritage.
Imperio de la ley
Esta es la sección dónde muchos pensarían que la economía Bitcoin tiene la mayor parte de sus problemas. Hay dos aspectos en la categoría del Imperio de la ley a considerar: los derechos sobre la propiedad y la ausencia de corrupción. Es bastante difícil juzgar la protección de los derechos de propiedad en la economía Bitcoin ya que no existe demasiada propiedad que necesite ser protegida. Si alguien quiere llevar la idea de la criptoanarquía hasta sus últimas consecuencias, probablemente no tendría un coche o una casa a su nombre.
Las personas que trabajan únicamente dentro de la economía Bitcoin son los responsables de proteger su propiedad, aunque puedan contratar ayuda exterior en situaciones dónde se les roba algo. Cuando se trata de cualquier clase de bien digital, es difícil encontrar un mejor sistema para proteger tus derechos de propiedad. Los poseedores de bitcoins son su propio banco, así que no tienen que temer que su propiedad digital sea robada mediante impuestos o cualquier otra acción que pueda emprender un gobierno.
Ha habido bastante corrupción en el espacio Bitcoin pero esto ha ocurrido cuando se añadió un poco de centralización montada sobre el protocolo. Por ejemplo, varios exchanges y carteras digitales online han sido hackeadas o robaron los fondos de su propios clientes y eso es un tipo de corrupción que será posible sólo hasta que se construyan sistemas mas descentralizados y con menos necesidad de confianza. La cosa es que Bitcoin elige “no puedes ser malvado” en lugar de “no seas malvado” [N. del E: este último es el lema de Google] y elimina la posibilidad de corrupción; por ello veríamos a la economía Bitcoin recibir altas puntuaciones en esta categoría.
Gobierno limitado
En la economía Bitcoin no hay gobierno. Es la cosa más cercana a una sociedad anarquista que la mayoría de personas han visto jamás en sus vidas. Los dos asuntos de interés en esta categoría son la libertad fiscal y el gasto del gobierno.
En lo referente a la libertad fiscal, la economía Bitcoin tiene la carga fiscal más baja del mundo. La cosa más parecida a un impuesto en la economía Bitcoin son las tarifas de transacción que deben pagarse a los mineros. Algunos dirían también que la actual tasa de inflacción en la economía Bitcoin podría ser vista como un impuesto. El asunto aquí es que no existe un impuesto individual ni corporativo del que preocuparnos. Todos en la economía Bitcoin consiguen conservar los frutos de su trabajo.
Eficiencia regulatoria
La eficiencia del entorno regulador en la economía Bitcoin es otro área donde brilla la utilidad de este nuevo protocolo. Tanto si estás hablando de negocios, trabajo o libertad monetaria, no hay mucho de lo que el dueño de un negocio se tenga que preocupar.
La economía Bitcoin es el lugar más sencillo para abrir cualquier clase de negocio. El proceso de iniciar un negocio se volverá aún más sencillo cuando la versión completa de OpenBazaar sea lanzada al gran público. No necesitas más que una dirección Bitcoin para recibir pagos en esta economía y no tienes por qué preocuparte de conseguir permisos ni licencias antes siquiera de poder aceptar pedidos.
Si buscas expandir tu negocio a la economía Bitcoin, no tienes que preocuparte por las regulaciones que estipulan cuánto tienes que pagarle a un empleado, qué beneficios tienes que ofrecerle, si serás susceptible de denuncia si en el futuro le despides, y otros requerimientos y cargas asociadas a contratar a alguien nuevo. Todo lo que necesitas hacer para contratar a alguien dentro de la economía Bitcoin es acordar con el contratado unas condiciones de pago que satisfagan a ambas partes.
La construcción monetaria en la economía Bitcoin es la opción más libre en el mundo, pero trae consigo algunos asuntos que conviene conocer. El más llamativo es la volatilidad del precio. Aunque es más estable de lo que solía ser, puede todavía oscilar en cualquier dirección en porcentajes de dos cifras en un solo día. Hay cada vez más herramientas que se ofrecen en el mercado para esquivar este riesgo, pero la volatilidad asociada con la moneda es algo que tendrá que resolverse por sí misma según avance la economía Bitcoin. Aunque la volatilidad es un problema, no existe a día de hoy una forma de ofrecer todas las ventajas de libertad asociadas a la economía Bitcoin sin la volatilidad de su precio.
Mercados abiertos
La última parte del Índice de Libertad Económica de la Fundación Heritage involucra la libertad relacionada con el comercio, la inversión y la actividad financiera en general. Esta es la categoría donde la importancia de que Bitcoin sea un protocolo “open source” o público se ve mejor ilustrada.
El comercio internacional es quizás el mayor punto de fallo de Bitcoin en la actualidad. Aunque participantes anónimos en la economía Bitcoin pueden hacer un trato online, si el trato funciona o no en el mundo real dependerá de la habilidad de Bob para enviarle un paquete a Alice a través de las fronteras internacionales. Dicho esto, el mencionado inconveniente no afecta a aquellos que están comprando o vendiendo servicios online. La revolución de las impresoras 3D podría ayudar a la economía Bitcoin en este apartado, al permitir que la gente pueda evitar distintos impuestos y restricciones al envío de ciertos bienes.
No hay quien pueda competir con la libertad financiera que ofrece la economía Bitcoin. No sólo el gobierno no puede interferir con nuestras actividades financieras, tampoco existe una institución bancaria centralizada por la que preocuparse. Conseguir acceso a una banca global es tan simple como descargar una aplicación en un teléfono móvil, y todos los pagos realizados con esa nueva cuenta son resistentes a la censura y con poca o ninguna tarifa asociada. Otras actividades relacionadas con la banca, como la oferta de préstamos, estarán disponibles de forma descentralizada sobre plataformas como OpenBazaar y Open Transactions.
Nuevos exploradores uniéndose a la criptoeconomía
La economía privada y descentralizada que ha surgido gracias a Bitcoin, Tor y PGP, es de lejos el entorno más amigable en el que llevar cualquier negocio a día de hoy. En siglos pasados, la gente viajó a nuevas tierras en busca de libertad individual. Con cada trozo de tierra hoy reclamado por al menos un gobierno, el único ámbito en el que es posible encontrar libertad es el digital. La forma digital del Galt’s Gulch [utópico lugar de la novela “La Rebelión de Atlas”] de la que los cypherpunks hablaban hace más de 20 años, ya está entre nosotros.
La herramienta básica para crear una economía nueva y libre está aquí, y depende de los nuevos exploradores decidir si quieren o no salirse del actual sistema e ingresar en la criptoeconomía. Es importante hacer ver que nadie necesita identificarse con el criptoanarquismo al incorporarse a esta nueva economía. Simplemente necesitan entender el valor de la propuesta de saltar fuera de las leyes, impuestos y regulaciones en ciertos contextos.
Ante una situación en la que un gran número de personas pasasen a ingresar a la criptoeconomía, es posible que los gobiernos activasen diferentes formas de recaudar impuestos. Mientras que el software respaldado por una encriptación poderosa puede ser extremadamente útil en el ámbito digital, es posible que los gobiernos endurezcan sus normas en el mundo real. Por ejemplo, un granjero que evita impuestos en la venta de su cosecha, sigue necesitando transportar dicha cosecha sobre carreteras controladas por los gobiernos. Los gobiernos podrían ser capaces de, al menos, desacelerar el crecimiento de la criptoeconomía si lograran adaptarse rápidamente, pero la rapidez y agilidad ante nuevas tecnologías no han sido precisamente su fuerte en el pasado.