Si hay algo que Bitcoin London 2013 ha dejado en claro, es que la «tierra de la libertad» se está convirtiendo rápidamente en una verdadera pesadilla para los emprendedores. Y esta vez no basta con saltar la cortina de hierro; para estar a salvo, a menudo es preciso cortar todos los lazos con los Estados Unidos, el mismo país que alguna vez abrió sus puertas a «quienes anhelen respirar en libertad».
Vía CalvinAyre.com
«Uno nunca sabe lo que va a pasar con Bitcoin, es una sorpresa cada día» – Jered Kenna, Tradehill
«La mayor parte de la innovación en Bitcoin debe ocurrir fuera de los EE.UU., porque EE.UU. no tolera la innovación» – Erik Voorhees, Coinapult
Hoy tuvo lugar el primer Bitcoin Londres, una conferencia destinada principalmente a emprendedores e inversores que operan en el ecosistema Bitcoin. El evento atrajo a varios cientos de delegados, la crème de la crème del ambiente en los EE.UU., Canadá, Reino Unido, Europa y más allá. La sala de conferencias estaba tan llena que mucha gente tuvo que permanecer de pie durante las sesiones, y un burbujeante entusiasmo podía notarse en todos los rincones.
Abundaron las discusiones filosóficas en torno a Bitcoin, y un tema recurrente fue el de los desafíos regulatorios que las compañías tendrán que enfrentar en el futuro.
Mucho se habló de las dificultades que implica tener que lidiar con los Estados Unidos cuando se busca crear una empresa relacionada con Bitcoin. Jered Kenna, de Tradehill, con sede en San Francisco, explicó que su compañía tiene una cantidad absurda de abogados, para asegurarse de estar jugando según las reglas. Kenna también se refirió a lo difícil que es recaudar dinero de inversores en los EE.UU., y advirtió que podría llevarle años cumplir con las regulaciones que enmarcan su actividad.
Pelle Braendgaard, de Kipochi, empresa que está operando en Kenia, dijo que también es muy difícil para las empresas no estadounidenses cumplir con las regulaciones de Estados Unidos. Es por eso que Kipochi bloquea activamente a los clientes que residen en EE.UU., así como los números de teléfono de ese país.
Jonathan Rouch, fundador de la compañía israelí Bits of Gold, dijo que no tiene planes de lanzar su servicio (destinado a aumentar la liquidez de los bitcoins) en los EE.UU., debido a la incertidumbre regulatoria.
Patrick Murch, de la Fundación Bitcoin, le recomienda a los emprendedores ser cautelosos al ingresar al mercado de los EE.UU., ya que en realidad están lidiando con 49 estados y no con un único país. Este campo minado regulatorio supone una gran oportunidad para cualquier país dispuesto a tomar la delantera.