Aunque no conocemos personalmente a sus miembros, el Instituto Juan de Mariana fue, durante muchos años, como una Universidad online para nosotros. Les estamos eternamente agradecidos a todos los que allí trabajan, en especial a Juan Ramón Rallo, quien tantas veces nos ha iluminado con sus escritos.
La última vez que leímos un artículo acerca de Bitcoin firmado por Juan Ramón Rallo, tuvimos la impresión de que él no había tenido tiempo suficiente para examinar a fondo el asunto. Como muchos otros gold bugs, Rallo se apresuró a sacar conclusiones, y no volvió a mencionar a Bitcoin en sus escritos hasta fechas recientes.
Los que sabemos de su insobornable honestidad intelectual, nos hemos preguntado más de una vez: ¿qué pensará hoy Rallo acerca de Bitcoin?
Pasen y lean…
Bitcoin no es una burbuja
Publicado el 06 abril 2013 por Juan Ramón Rallo
Habitualmente tenemos la tendencia a calificar como burbuja el precio de cualquier activo que sube muy rápidamente, asumiendo que en algún momento terminará pinchando y cayendo. Semejante razonamiento primario acarrea dos problemas: a) no todo activo que se revaloriza de manera vertiginosa es una burbuja; b) no se puede aplicar el análisis de las burbujas a todos los activos.
En cuanto a lo primero, basta observar la evolución, por ejemplo, de las acciones de Wal Mart. A comienzos de 1997 iniciaron una tendencia alcista que las llevó a pasar de 11 dólares la acción a más de 50 dólares apenas dos años después: hoy, tras una décadas, cotiza a 76 y jamás bajo de los 40. Wal Mart no estaba en fase de burbuja. Punto.
Más jugo, sin embargo, tiene el segundo problema: no todo activo es susceptible de ser analizado bajo los criterios de una burbuja. ¿Qué es una burbuja? Básicamente, cuando el precio actual de un activo supera ampliamente el valor presente de sus flujos de caja futuros. Por ejemplo, si un piso que tiene un precio de mercado de un millón de euros se puede alquilar por 850 euros mensuales (10.200 euros anuales), es evidente que el precio del piso está en fase de burbuja: si un depósito bancario, por ejemplo, me ofreciera el 2%, sería más lógico que colocara el millón de euros en el depósito (cobrando 20.000 euros anuales) y pagara el alquiler mensual de los intereses bancarios. Algo parecido podría decirse con respecto a una acción o con respecto a un stock de materias primas (si el precio actual de compra supera con mucho el eventual precio de venta futuro –basado éste en su previsible utilidad final para los consumidores–, entonces está en fase burbuja).
Hay un tipo de activos a los que, por el contrario, no se les puede aplicar este marco analítico: los activos monetarios. (…)