Un escenario que podría suponer el fracaso de Bitcoin es el de una prohibición total y mancomunada por parte de los gobiernos más poderosos del planeta.
¿Pero qué puede hacer un estado frente a Bitcoin?… en realidad, lo mismo que frente a BitTorrent o a Wikileaks: nada que funcione. Irónicamente, los ataques gubernamentales podrían incluso fortalecer a Bitcoin.
Eso mismo le ocurrió a los sistemas descentralizados para el intercambio de archivos de música: florecieron luego de la desaparición forzada de Napster, y prosperaron al calor de la persecución.
Cuando se trata de software de código abierto, lo que no se mata no sólo se hace más fuerte; también se multiplica, y se propaga, y se hace más confiable, más rápido, más amigable, etc. etc.