Un baño de realidad

Cunde el desconcierto. Mientras ven cómo su “refugio de valor” se desmorona, muchos habitantes de Cryptolandia se preguntan, perplejos, por qué razón la gente no huye hacia su criptomoneda predilecta en medio de una contracción económica que amenaza con tragarse todos los activos.

¡Liquidez!

Deberían estar preguntándose por qué la gente huye, en cambio, hacia el dólar estadounidense, a pesar de ser esta una moneda fiat, es decir una moneda atada a los caprichos de una entidad monopólica, y como tal condenada a fracasar junto con el sistema monetario absolutamente corrupto y fraudulento que la sostiene.

La respuesta es muy simple: por más irresponsables, por más criminales que sean los encargados de emitirlo, el dólar estadounidense sigue siendo el bien más líquido. Los que huyen hacia el dólar no lo hacen por amor al dólar, sino porque esta es la moneda necesaria para enfrentar los gastos y mitigar la incertidumbre que los aflige tras el pinchazo de la burbuja financiera más grande jamás creada.

La liquidez de un determinado bien económico no depende del entusiasmo que manifiesten por él los crypto-youtubers –vaya sorpresa–, sino de cuánta gente lo acepte a cambio de cualquier otro bien económico. Y hoy, nos guste o no, la moneda más ampliamente aceptada es el dólar estadounidense.

Oportunidad desperdiciada

Cuando BTC tuvo la oportunidad de comerse al mundo, de ganar adopción exponencialmente, de aprovechar la ventaja del pionero para consolidar y expandir el efecto de red, el equipo de Blockstream / Core dedicó todas sus energías a expulsar usuarios y programadores, a rechazar nuevos comerciantes, y a insultar y silenciar a los partidarios de Bitcoin como “Peer-to-Peer Electronic Cash”. Finalmente, cuando las tarifas llegaron a superar los 50 dólares por transacción, los Blockstream boys festejaron la noticia descorchando champán.

El resultado está a la vista. ¿Por qué iba a brillar BTC en este contexto, si ha sido convertido en un activo carente de utilidad, altamente especulativo, uno más de tantos activos cuyo único respaldo es la ignorancia y la ingenua ilusión de los nuevos inversores?

Si BTC hubiera seguido la hoja de ruta trazada por Satoshi Nakamoto, hoy sería la única versión de Bitcoin, y probablemente la gente no estaría huyendo hacia el dólar sino hacia BTC.

Lo que Blockstream se llevó

Si BTC hubiera seguido la hoja de ruta trazada por Satoshi Nakamoto, plataformas de compraventa descentralizadas como OpenBazaar estarían ahora sirviendo probablemente a decenas o centenares de millones de personas en el mundo entero, y hoy no nos encontraríamos a merced de controles de precios y otras disposiciones idiotas que perturban el normal funcionamiento del mercado justo cuando más lo necesitamos.

(Control de precios: leña al fuego de la pandemia)

Espero que los acontecimientos de esta semana sirvan de lección a quienes creían posible la existencia de un refugio de valor en ausencia de una robusta y extensa red comercial. ¡Bienvenidos a la realidad! No hay mejor manera de asegurar el fracaso del dinero en efectivo p2p –como medio de intercambio y como refugio de valor– que restringir artificialmente el número de personas que pueden usarlo.

Ahora bien: también es cierto que no hay mejor manera de impulsar el éxito del dinero en efectivo p2p que facilitar su adopción masiva mientras el sistema monetario estatal entra en su fase terminal.

Admitámoslo: el primer round de esta pelea fue ganado por los bancos centrales. Pero el segundo round empezó en agosto de 2017, y todavía está en curso.