Trabajar y ahorrar son actos revolucionarios

Con un artículo magistral, el “economista jefe” del Nakamoto Institute nos vuelve a poner los pies en la tierra señalando la importancia de las acciones sobre las palabras, y de la inversión sobre la emprendeduría. Si bien la idea es correcta, yo no situaría las variables del trabajo y el ahorro en el centro de esta ecuación de purga social. Demasiados hay ya trabajando en lo que aman, rascando vetas agotadas por poder acumular capital y tratando de asegurar sus futuros por las buenas; también hay ciertas “malas” que son buenas. La especulación y el aprovechamiento de la intervención estúpida del Estado son armas muchísimo más poderosas y efectivas; y aunque también esto sea algo inevitable, podemos igualmente acelerar el proceso. No se trata tanto de crear nuevo capital como de mover el capital existente hacia manos justas.

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Original por Pierre Rochard

Los gobiernos existen porque son, de facto, la solución de equilibrio para proporcionar servicios judiciales y de defensa. Este equilibrio es el resultado de ideologías, altos costes de transacción y una fuerte especificidad de activos1. Para cambiar este equilibrio, ¿deberíamos tratar de persuadir a la gente de que nuestra ideología es la correcta, o trabajar para reducir los costes de transacción y debilitar la especificidad de activos?

El gráfico de abajo explica visualmente cómo la estructura de mercado para cualquier bien o servicio es un resultado de restricciones endógenas:

Estructura-mercado-ahorrar-bitcoin

Nuestro objetivo como libertarios es desplazar la actividad económica desde monopolios gubernamentales hacia firmas que compran y venden en mercados al contado. Por suerte, este desplazamiento ocurre automáticamente junto con la acumulación de capital de la sociedad, independientemente de cualquier intervención del gobierno o activismo político. La formación de nuevo capital es el ímpetu necesario para dos tendencias que empujan el equilibrio de toda industria hacia mercados descentralizados: el incremento de la sofisticación tecnológica y de la división del trabajo.

Las compañías y los individuos no pueden desarrollar nuevas tecnologías si no tienen ahorros o capital guardado para poder ocuparse de, o financiar, investigaciones especulativas. Una vez comercializada, la tecnología reduce los costes de búsqueda e información (Google, Wikipedia), los costes de negociación (Amazon, Ebay), y los costes de ejecución (Visa, Paypal). La tecnología también debilita la especificidad de activos de las instituciones gubernamentales con nuevas herramientas como la imprenta, las armas de fuego, las computadoras, las cámaras y las criptomonedas.

La división del trabajo en la industria aseguradora es especialmente importante para los libertarios, pues las compañías aseguradoras se especializan en riesgos asociados con la vida, los contratos y la propiedad. La división del trabajo permitida por la acumulación de capital ha sido tan grande que esta industria se ha desarrollado desde solamente proporcionar seguros marítimos en el sigo XVII, hasta cubrir de todo – desde animales domésticos hasta riesgo político. El siguiente gráfico ilustra cómo los seguros crecen en función de la riqueza de la sociedad:

Crecimiento-seguros-riqueza-ahorrar

Las compañías aseguradoras y reaseguradoras tienen una creciente cantidad de recursos dedicados a impedir que los riesgos se materialicen, y a mitigar las pérdidas si se llegasen a materializar. Esto incluye servicios como la lucha contra el fuego, la seguridad y la administración del riesgo. Cuanto más crece el tamaño de los corredores de seguros, tanto más crece el incentivo y la capacidad de transacción con empresas privadas por los servicios que son tradicionalmente considerados dominios del gobierno. Las compañías de seguridad ya participan en el arbitraje privado porque es más barato y toma menos tiempo que los tribunales del Estado. Es sólo cuestión de tiempo que la influencia de las aseguradoras acabe engendrando un sistema judicial completamente privado y el gobierno pierda su ventaja competitiva primaria: el monopolio de la ley.

El contraargumento típico a esta visión optimista es que los gobiernos también tendrán más recursos y tecnología, lo que contrarrestará cualquier ganancia que el sector privado pueda tener (esto es, el crecimiento económico estimula el crecimiento del Estado, así que todos debemos hacernos John Galt o agoristas…). Este contraargumento ignora la completa insostenibilidad de las prácticas fiscales y monetarias de los gobiernos, así como su inclinación hacia tipos impositivos lo suficientemente bajos como para permitir el crecimiento económico: lo primero conduce a la autodestrucción del estado, y lo último asegura el crecimiento sostenido de la economía privada.

Puesto que una sociedad de ley privada es inevitable a largo plazo, ¿que le queda al joven libertario por hacer?

Si disfrutas de la política, entonces adelante y sigue defendiendo causas como el fin de la los monopolios monetarios y la dismunución del gasto público. Solamente comprende que tus esfuerzos son una imagen de la Rosa Blanca: nobles, pero inconsecuentes en el gran esquema de las cosas. También que existe un coste de oportunidad asociado al lobbying, las campañas electorales y, como último recurso, gritar en las calles.

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Una estrategia mucho más saludable y gratificante sería maximizar la formación de capital:

  1. Desarrollando una carrera en un campo especializado que amas y crea valor (no ser un operario político; no unirte a un esquema de marketing multinivel; no convertirte en un académico).
  2. Ahorrando tanto como puedas y asegurando a ti mismo, a tus seres queridos y tu propiedad.
  3. Invirtiendo en emprendimientos innovadores, sea dentro de la empresa en la que trabajas, o solo, o con socios.

Esta estrategia tiene como resultado la prosperidad personal, un incremento en el stock de capital de la sociedad y el progreso tecnológico, a la vez que acelera el inevitable derrumbe de los monopolios gubernamentales. Además, sobre todo, te libera de tener que defender tus cáusticas opiniones políticas frente a tus parientes en navidad.

1
N.d.T.: La especificidad de activos (asset specificity) es el grado en que las inversiones hechas para sostener una determinada transacción tienen un mayor valor dedicadas a ella del que tendrían si fueran dedicadas a cualquier otra cosa.