Fuente: Bitedge
Estos son los cambios que quiero ver en el mundo y que Bitcoin me permite vivir hoy:
Sin fronteras
Las fronteras de los estados nacionales restringen la libertad y permiten que estos controlen el movimiento de personas y bienes.
Bitcoin es global e indiferente a las fronteras nacionales. He pasado con todos mis ahorros en bitcoins (una cantidad que las aduanas no habrían permitido en moneda estatal) a través de las fronteras, y he enviado bitcoins a través de las fronteras en cantidades que me hubieran significado tener que pedir permiso y dar explicaciones si se hubiese tratado de transferencias de moneda estatal.
Sin discriminación
Los motivos comunes para la discriminación hoy en día incluyen raza, género, inclinación sexual, edad, antecedentes penales, apariencia, clase social, afiliación política y religiosa, y ciudadanía. Yo personalmente he estado en el lado receptor de este tipo de discriminación al utilizar moneda estatal.
La red Bitcoin no tiene manera de saber estas cosas acerca de sus usuarios, lo que hace a la discriminación imposible. La obligación impuesta por los gobiernos de “conocer a tu cliente” –de interrogarlo y guardar la información para cuando el gobierno la requiera– en el comercio electrónico es una manera de imponer los criterios en base a los cuales discriminar a las personas. Por ejemplo, si proporcionas un servicio de póquer en línea, tienes que asegurarte de que tus clientes no sean estadounidenses.
Privacidad y seguridad
En el sistema bancario de moneda estatal todas mis transacciones son registradas y enlazadas a mi identidad. Esos datos luego son utilizados por los organismos de inteligencia del Estado para hacer un perfil mío, y también pueden ser utilizados, por ejemplo, para ayudar a determinar mi obligación tributaria. Con Bitcoin puedo hacer que las operaciones sean privadas y difíciles de rastrear.
Además, el gobierno no puede confiscar fácilmente bitcoins, como puede hacerlo con los fondos depositados en los bancos.
Libre comercio
Lo que los gobiernos llaman hoy “acuerdos de libre comercio” son todo lo contrario; son listas de ciertos artículos que dos gobiernos permiten que la gente intercambie, con toda clase de restricciones e interferencias. Bitcoin es el antídoto, ya que nos permite enviar y recibir dinero libremente, sin importar cuales sean las restricciones gubernamentales, un gran paso hacia el verdadero libre comercio.
Sin endeudamiento en tu nombre o impuesto inflacionario
Toda moneda estatal se basa en la deuda, y la emisión de nueva deuda es la única forma en que la economía de los estados puede ser mantenida a flote. Bitcoin no se basa en deuda; la economía Bitcoin crece gracias a la creación de valor.
En el sistema bancario gubernamental, la emisión de nueva deuda es sinónimo de emisión de nuevo dinero, lo que genera inflación de precios, burbujas de activos y devaluación de los ahorros mantenidos en moneda estatal y de los salarios que no acompañan a la inflación. Al tener mis ahorros e ingresos en Bitcoin, evito esta devaluación.
Sin confiscación para financiar el terrorismo de Estado
Bitcoin puede ayudar a la gente común a minimizar su factura de impuestos (el sistema de moneda estatal, en cambio, es ideal para la reducción de la carga impositiva a nivel corporativo).
Los impuestos garantizan la demanda de moneda estatal, asignándole a la fuerza un cierto valor. Los impuestos, el endeudamiento forzoso y la impresión de nuevo dinero son los medios con los que los gobiernos financian sus guerras. En un paradigma Bitcoin, una guerra solo sería posible si la gente estuviera abrumadoramente a favor y además estuviera dispuesta a financiarla con su propio bolsillo.
Si compartes algunos de estos valores, retirar tu dinero de los bancos y reducir en la medida de lo posible el uso de moneda estatal es la mejor manera de que vivas el cambio que quieres ver en el mundo, y es una manera más eficaz de promover esa causa que la votación o la protesta, como lo explico aquí.
Disfruta de tu libertad 🙂