Lecciones de gravedad

Fuente: Global Economic Trend Analysis   Por Mike Shedlock

Apuntalando el fracaso

Después de gastar cerca de US$ 200 mil millones en la compra de acciones para moderar su caída, los jerarcas de Pekín parecen haber decidido que es demasiado caro y en última instancia inútil luchar contra la gravedad en el mercado de valores. Finalmente dieron un paso atrás e hicieron lo que deberían haber hecho hace mucho tiempo: dejar que la fuerza de gravedad haga su trabajo.

Gravity-Lessons

Lo que las políticas del Banco Central han forjado

La raíz del problema en China es la política monetaria desquiciada del banco central, que ha inflado una gigantesca burbuja inmobiliaria seguida de una gigantesca burbuja financiera, con millones de estudiantes de secundaria abriendo cuentas de trading marginal para especular en la bolsa de valores.

Los mismos problemas existen en los EE.UU., en Europa y en otros lugares donde los esfuerzos de los bancos centrales para «estabilizar» todo han llevado a esta sitación. La gravedad finalmente se hace sentir.

Muy pocos ven las burbujas, hasta que explotan

No sé cuándo esto se va a estabilizar –nadie lo sabe–; lo que es seguro es que falta mucho para que las acciones empiecen a ser valoradas racionalmente.

Los banqueros centrales nunca se verán a sí mismos como el origen del problema, a pesar de que son los culpables de la manía puntocom, la burbuja inmobiliaria, la burbuja de acciones y bonos basura, y la desigualdad de ingresos de la que tanto habla Janet Yellen.

Si muy pocos están viendo las actuales burbujas en la renta variable y los bonos basura de Estados Unidos es por una sola razón: los mercados estadounidenses no se han desplomado… todavía.

¡Hagan algo!

Si hay un verdadero estallido, y no un goteo lento en el mercado de valores durante años (como ocurrió en Japón), volveremos a escuchar los gritos de quienes reclaman que la Fed «haga algo».

Esta es la realidad: la Fed ya «hizo algo». La Fed ha creado esta burbuja, cuyos únicos beneficiarios son los primeros en acceder al dinero: los bancos, Wall Street, y los que ya son ricos.

La clase media ha sido brutalmente castigada, una vez más.

En vez de protestar por los bajos salarios de McDonald’s, la gente debería protestar contra las políticas de la Fed, que roban principalmente el fruto del trabajo de la clase media.

 

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