Razón para la cautela
No sería razonable tocar la marcha triunfal sin antes considerar los poderosos incentivos de las millones de personas cuyos ingresos dependen hoy, directa o indirectamente, de la maquinaria estatal
No sería razonable tocar la marcha triunfal sin antes considerar los poderosos incentivos de las millones de personas cuyos ingresos dependen hoy, directa o indirectamente, de la maquinaria estatal