¿Se niegan a regular? ¡Increíble!

canada+bitcoin+regulaciones

Vía Let’s Talk Bitcoin – Escrito por Jeffrey Tucker

¿Cuándo ha rechazado un organismo regulador la oportunidad de poner palos en la rueda de un nuevo negocio? Ha pasado mucho tiempo desde que un ejemplo así se viera en los Estados Unidos. El país en cuestión aquí es Canadá, que, a pesar de sus muchas estructuras socialistas, esta vez podría ser llamada la «tierra de los libres».

He dicho por muchos años que no existe un producto o servicio que no haya sido regulado en la economía de los EE.UU., y aún nadie lo ha podido refutar. Los reguladores están siempre en busca de más oportunidades para arruinar las cosas, sobre todo en las industrias más innovadoras, como la de las cripto-finanzas.

interac+bitcoinBueno, lo que viene a continuación no lo van a creer. Una compañía llamada QuickBt permite a la gente a utilizar sus tarjetas de débito Interac para pagar con Bitcoin en cualquier comercio, o por correo electrónico. Antes de abrir sus puertas, QuickBt se contactó con FINTRAC, la agencia de regulación financiera y monetaria de Canadá que vigila el lavado de dinero.

QuickBt explicó su negocio con gran detalle. «Ofrece la compra en tiempo real de pequeñas cantidades de bitcoins usando una tarjeta de débito INTERAC» y «facilita las compras en línea en los comercios que aceptan Bitcoin con los saldos de las tarjetas de débito.»

Luego de evaluar estas funciones, esta fue la conclusión de FINTRAC:

No parece que su negocio requiera una licencia de MSB [Money Business Service o Empresa de Servicios Monetarios] en Canadá, requerida para prevenir el blanqueo de dinero y la financiación del terrorismo. Por lo tanto, no debe registrar su entidad con nosotros.

Mandíbula. En. El. Piso.

Por supuesto, el regulador está en lo correcto. Bitcoin es una herramienta de intercambio que ofrece tasas de procesamiento ridículamente bajas y la mejor manera de mover dinero de una entidad a otra. Esta es una de las principales razones de su creciente adopción.

Con QuickBt, los consumidores están comprando bitcoins que luego transfieren a los comerciantes. No hay daño, no hay intercambio de dinero tal como se lo define tradicionalmente, no hay astutos trucos financieros. Es sólo un negocio, y los reguladores canadienses han dicho: no es asunto nuestro.

FinCEN
FinCEN

Mientras tanto, al sur de la frontera, los reguladores están intentando sembrar el temor al gobierno en todo comerciante que use la cripto-moneda. El Congreso está emitiendo advertencias. El FinCEN está cobrando honorarios. Los federales están cerrando servicios aquí y allá, y obligando a otros a desaparecer.

A tal punto que los propios defensores de Bitcoin se rebajan a suplicar, con “acento holmiense”: «por favor, regúlennos tan pronto como sea posible.» Ellos suponen que incluso las regulaciones draconianas son mejores que el ambiente de miedo e incertidumbre que tanto ha irritado a la comunidad de las cripto-monedas.

Sin duda, Bitcoin es casi impermeable a la regulación, por su condición de protocolo peer-to-peer de código abierto, por vivir como un libro contable mantenido por un sistema de redes distribuidas. Lo que es más, las operaciones en Bitcoin están separadas de la identidad personal por medio del uso de la criptografía, haciéndolas casi imposibles de rastrear bajo condiciones adecuadas.

Pero hay un aspecto de Bitcoin que es muy vulnerable al control de los reguladores: el ir y venir del bitcoin a la moneda del gobierno. Es como pasar de la cárcel a la libertad y viceversa. Los guardias y vigilantes nocturnos siempre tendrán algo que decir acerca de las condiciones. Una vez que estás fuera de la cárcel, ya no te pueden tocar; pero la migración libre entre el bitcoin y la moneda del gobierno es impensable.

En este sentido, el contínuo progreso en el ámbito de las cripto-monedas dependerá de entornos regulatorios tolerantes.

Usted podría decir:

Oh, por supuesto que lo que hace Estados Unidos tiene sentido. Estados Unidos tiene una moneda de reserva mundial, llamada Dólar, que defender. No puede tolerar competencia alguna. Se le debe hacer la vida difícil a cualquier nuevo invento monetario para evitar que el dólar sea amenazado. Si algo le ocurriese al dólar estadounidense, la economía mundial podría caer en picada y todos estaríamos condenados a la perdición.

No creo ni una palabra de eso. Si Bitcoin realmente se conviertiera en una amenaza para el dólar, y el dólar fuera desplazado, el resultado sería un mundo mejor. El dinero sería devuelto al mercado, de dónde vino,  y abandonaría las garras de las élites políticas y financieras que utilizan su monopolio para explotar al resto de nosotros. No más inflación, no más ciclos económicos, no más rescates financieros de miles de millones a los amigos del poder. El dinero sería propiedad de quien lo gane, y habría una separación completa entre Dinero y Estado.

Además, ¿qué nos dice acerca de la seguridad y el valor del dólar que el gobierno de EE.UU. quiera regular, restringir y controlar a cualquier competidor? Ello sugiere una cierta vulnerabilidad. Si el dólar fuera realmente la opción del mercado, la competencia no representaría una amenaza. Pero, por supuesto, ese no es el caso.

Le guste o no a los gobiernos, las cripto-monedas son el futuro del dinero. Así como el correo electrónico y los mensajes de texto desplazaron a la oficina postal, y los teléfonos móviles hicieron lo propio con el teléfono de pared que el gobierno solía instalar para nosotros, las cripto-monedas sin duda se convertirán en el medio preferido para realizar intercambios en la era de Internet.

EE.UU. podrá ralentizar un poco la tendencia, pero no podrá detenerla. Las cripto-monedas encontrarán un hogar, aquel lugar que les dé la bienvenida. Los países que las castiguen se verán empobrecidos, y los que les den la bienvenida prosperarán. A la larga, las cripto-monedas podrían acabar borrando las fronteras, y liberando a la humanidad de las cadenas del control económico estatal.

Leer artículo completo en Let’s Talk Bitcoin

[Vamos a discutir esto con expertos en Atlanta, Georgia, el 5 de octubre en la CryptoCurrency Conference 2013. Me encantaría contar con su presencia. ]