Las lecciones que deja The Silk Road

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El cierre del mercado negro online The Silk Road y el arresto de Ross Ulbricht, su dueño y administrador, constituyen una pequeña victoria para las mafias que hoy controlan el mercado de drogas prohibidas.


Pero la de The Silk Road es tan solo una batalla más en esta guerra demencial contra (los usuarios de) ciertas drogas. Mientras aguardamos la irrupción del sitio (o sistema) que reemplazará a The Silk Road, tomémonos un tiempo para repasar las lecciones que ha dejado este notable experimento.

Aunque Bitcoin acabe siendo utilizado exclusivamente en monasterios de carmelitas descalzas, los periodistas continuarán asociándolo a la ilegalidad. Hay una ley no escrita que los medios masivos de comunicación cumplen a rajatabla: cada vez que se menciona Bitcoin, hay que mencionar también las cosas prohibidas que pueden adquirirse con esta criptomoneda (e ignorar que el uso de dinero estatal es ubicuo en los mercados negros). También es obligatorio señalar que Bitcoin es un sistema que puede servir para ocultar riqueza (como si fuera el único, y como si ocultar riqueza fuera en sí un pecado mortal), que es muy volátil, que “no tiene respaldo”, etc. Quienes tienen mucho que perder con la expansión de Bitcoin seguirán intentando mancharlo; quienes comprendan las razones por las que Bitcoin llegó para quedarse, seguirán aprovechando cada una de estas oportunidades para comprar bitcoins a precio de pánico.

La caída de The Silk Road no supone, como algunos parecen creer, la desaparición del mercado ilegal en línea. Con Bitcoin o sin Bitcoin (ver shadow banking), la transferencia electrónica de valor al margen de los canales oficiales no será eliminada simplemente porque un aspirante a Napoleón así lo decrete – tal como el intercambio de archivos digitales no ha sido ni podrá ser eliminado, por más presión que el lobby del copyright ejerza sobre un grupo de burócratas semianalfabetos.

La «Justicia» es cualquier cosa menos justa. Mientras Ross Ulbricht enfrenta la posibilidad de ir a prisión de por vida por el “crimen” de facilitar el intercambio libre, voluntario y totalmente pacífico entre seres humanos, aparentemente la gente de HSBC puede llevar a cabo operaciones masivas de blanqueo de capitales provenientes del narcotráfico en su versión tradicional (el que beneficia a políticos, jueces, abogados, policías, militares, constructores de cárceles, etc) y salirse con un tirón de orejas.

El beneficio económico para quien logre sustituir a The Silk Road es descomunal. Según el informe del agente del FBI que condujo la investigación, se habían abierto 957.000 cuentas en The Silk Road, y se habían realizado transacciones por un total de 9 millones de bitcoins (equivalente a mil doscientos millones de dólares en el momento del arresto, aunque cabe señalar que muchos de esos bitcoins fueron gastados cuando su precio en dólares era mucho menor).

No hay que subestimar a la Santa Inquisición. Ellos tienen millones de dólares a su disposición, y si el esfuerzo vale la pena, irán por ti.

No hay que sobreestimar a la Santa Inquisición. Ellos necesitan la prohibición más que el opiómano a la heroína, y todo lo que desean es infundir temor en cualquiera que se atreva a competir con sus socios, los cárteles ya establecidos. Pero la tecnología que hizo posible la existencia de The Silk Road no será olvidada, y es probable que ya esté siendo optimizada por el próximo “Dread Pirate Roberts”.

El tamaño importa. Cuando The Silk Road no era más que un pequeño experimento, las “autoridades” casi no le prestaron atención, y así es como pasaron desapercibidos algunos errores elementales cometidos por Ulbricht en 2011, como incluir su email personal (¡con nombre y apellido!) en un comentario que hacía referencia a The Silk Road en un foro abierto.

Con las herramientas adecuadas, es posible utilizar Bitcoin ocultando la propia identidad. Según el informe del agente del FBI, debido a que Silk Road utilizaba rutinariamente un mixer, es prácticamente imposible identificar a los usuarios del sitio valiéndose de la cadena de bloques. Aparentemente, Tor y GPG también hicieron un buen trabajo a la hora de proteger la identidad de los usuarios.

Mientras tanto, en el Lejano Oriente…

Los chinos no están muy preocupados por el destino de The Silk Road. Mientras la cotización caía en el resto de los exchanges, en btcchina.com esta seguía aumentando como si nada hubiera ocurrido. Veremos si la tendencia cambia en las próximas horas.