Las dos ideologías del mundo Bitcoin

Al contrario de lo que dice el autor del artículo que hoy presentamos, las dos ideologías en que se divide el mundo Bitcoin sí son políticas – o morales. Los economistas keynesianos tienen un debate esencialmente político acerca de la necesidad de intervención estatal con los economistas de la escuela austríaca. Decir que la adopción de Bitcoin vendrá mediante incentivos para el gasto – como dice el bando de los “emprendedores” según este artículo – es el equivalente a propugnar la emisión monetaria y los “paquetes de estímulo” como herramientas para diseminar la prosperidad, algo que sólo puede concebirse desde una institución esencialmente violenta como el Estado. Emparentados culturalmente, keynesianos y emprendedores suelen apelar a conceptos tales como el altruismo y el amor al prójimo… Estos últimos ya hasta reivindican sus propias calles. No en vano son mayoría…

Los “emprendedores” son keynesianos; los “inversores” son austríacos.

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Original por Daniel Krawisz

Hay dos ideologías en el mundo Bitcoin. No son ideologías políticas; son diferentes visiones del lugar que le corresponde a Bitcoin en el mundo y de cómo ocurrirá su adopción. Una de ellas ve a Bitcoin primeramente como una herramienta, y espera que las aplicaciones Bitcoin vayan a ser lo que la gente quiera en el futuro; piensa que la demanda de aplicaciones y servicios son el principal motor de la adopción de Bitcoin. Para un ejemplo perfecto de esta visión vean este artículo reciente, que dice: “para hacer que Bitcoin sea mainstream, alguien tiene que hacer un producto Bitcoin que se convierta en viral. Probablemente, la gente que use este producto ni siquiera se dará cuenta de que este funciona gracias a Bitcoin”. Otro buen ejemplo es este video, que llama a Bitcoin una “caca de moneda” y dice que “la revolución real de Bitcoin es como un nuevo tipo de red de pagos”. Yo llamo a este grupo los “emprendedores”.

El otro grupo son los “inversores”, que tienen casi la visión opuesta. Para ellos lo que la gente va a querer son los bitcoins, y las aplicaciones Bitcoin son sólo las herramientas que les permitirán obtenerlos. Adoptar Bitcoin quiere decir en primer lugar querer poseer bitcoins, no querer gastarlos. Los emprendedores ven a la inversión como algo para relativamente pocas personas, mientras que los inversores piensan que con el tiempo todos seremos inversores Bitcoin, y que ese es el principal motor de la adopción.

Los emprendedores enfatizan el gasto y la adopción por parte de los negocios porque no hay necesidad de aplicaciones de pago si los comerciantes no están interesados en aceptar bitcoins. Los inversores, por el otro lado, creen que la adopción por parte de los comerciantes es un efecto secundario – no el motor – de la adopción general. Cuando la gente quiera lo suficientemente poseer bitcoins, la adopción de los comerciantes llegará sola. Para los inversores, la adopción de Bitcoin ocurrirá según la gente comience a hacerse una idea de cómo será el futuro mundo Bitcoin. Así es como todos aceptarán Bitcoin. No es la expectativa a corto plazo de comprar con bitcoins en overstock.com lo que impulsa la adopción; es la expectativa de hacernos más ricos comprando bitcoins ahora, y menos ricos acumulando dólares.

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Los emprendedores no apuestan mucho por el efecto de red de Bitcoin; la gente puede usar aplicaciones que funcionen con Bitcoin incluso si no han invertido ni desean invertir en la moneda. Para los emprendedores, el precio no importa. Para los inversores, el precio lo es todo; el efecto de red de Bitcoin es la fuente primaria de su valor, y todo lo demás que tiene Bitcoin existe gracias a ello. Si hubiera pocos inversores Bitcoin no habría motivos para montar empresas Bitcoin y sería difícil hacer pagos porque habría muy poca liquidez.

Para los emprendedores, la última novedad en artilugios es siempre lo más importante. Las nuevas prestaciones y diseños es lo que atrae a los consumidores. Como no entienden el efecto de red, los emprendedores se engañan fácilmente con que las altcoins, con sus nuevos e interesantes algoritmos de minado y otras características especiales, son viables; mientras que los inversores saben que no son más que imitaciones condenadas a fracasar. Incluso dentro de Bitcoin mismo, los emprendedores imaginan nuevos usos para la red: ser moneda es solo su primera aplicación, dicen. Los inversores, por el contrario, ven en la moneda el uso más importante de la red Bitcoin con diferencia.

Para los emprendedores, la imagen de Bitcoin es muy importante porque la decisión de la gente de usar Bitcoin es “cuestión de gustos”. Para los inversores la gente no usará Bitcoin porque “está de moda” o es “cool”… sino que usará Bitcoin porque pueden lucrarse con ello.

He dicho que estas ideologías no están relacionadas con la política, pero de hecho la política se entromete en esta división ideológica de al menos una forma. A los inversores les gusta ver a Bitcoin en el mercado negro, cosa que odian los emprendedores. El inversor está feliz de ver a Bitcoin establecido en el mercado negro por su asociación con actividades ilícitas. No que él necesariamente participe de dichas actividades, sino que todas esas actividades impulsan el efecto de red de Bitcoin. La demanda de bitcoins proveniente del mercado negro es tan buena como la proveniente de cualquier otro sitio; de hecho, es cierto sentido es mejor: el mercado negro es una incubadora más segura para Bitcoin al estar fuera del alcance de las regulaciones. Si Bitcoin conquista el mercado negro, entonces el mercado blanco casi seguro le seguirá; mientras que si tiene éxito en el mercado blanco y no en el negro, se encontrará en una posición mucho más incierta.

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El emprendedor está avergonzado por la reputación de mercado negro de Bitcoin; no sólo porque es malo para la imagen, sino porque cree que leyes desfavorables podrían hacer el éxito de Bitcoin imposible. Si un legislador hace ilegal el iPhone, podría convertirse en un objeto de coleccionista, pero pronto dejará de ser tecnología de uso cotidiano. Si Bitcoin es simplemente un bien de consumo más, entonces puede ser detenido de la misma manera; mientras que si es una verdadera fuente de beneficio económico, la ley tendrá muchos más problemas manteniéndolo a raya.

Así que, ¿qué visión es la correcta?

Los inversores tienen la razón y los emprendedores están equivocados. El efecto de red difícilmente puede negarse. Cuanto más demanda haya de bitcoins, tanto más comercio con ellos podrá realizarse. Las aplicaciones Bitcoin no pueden funcionar sin inversores, y cuantos más inversores haya, tanto más útiles se tornarán las aplicaciones. Además, si la red Bitcoin está de veras haciéndose más valiosa, entonces más y más gente debería querer invertir en ella. La adopción de Bitcoin sucede por fases que se suceden a medida que es visto como un sistema viable en plazos cada vez más breves.