La falacia más común en la discusión por el tamaño de los bloques

El áspero debate acerca del tamaño de los bloques ha puesto en evidencia que los conocimientos técnicos en campos tales como criptografía y redes p2p no inmunizan contra la ignorancia en otros campos, tales como economía y teoría de juegos. Hoy le toca a thezerg, una de las tantas voces que llaman a mantener viva la idea original de Satoshi Nakamoto, exponer una de las falacias más comunes que esgrimen los partidarios de la planificación centralizada del tamaño de los bloques.

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Afirmar que las transacciones Bitcoin con bajas comisiones implican una utilización ineficiente de los recursos disponibles es análogo a afirmar que un velero es increíblemente ineficiente debido a que su utilización de la energía es igual a la potencia eólica total disponible en el océano dividida por el número de veleros.

La realidad es que el volumen de energía eólica (la energía utilizada para la minería, siguiendo con la analogía) existe por una razón completamente ortogonal a los veleros (transacciones). Lo que debe tenerse en cuenta es la cantidad de energía que se introduce en el sistema. En el mundo Bitcoin, la «entrada de energía» es la conversión de valor a una representación de este en bitcoins (léase, compras con la mira puesta en el largo plazo). Con la disminución del subsidio por bloque hallado, este aporte de energía se verá reflejado en apreciación de la moneda. Cuando la suma de las tarifas llegue a cobrar importancia para los mineros (en relación al subsidio por bloque), los veleros deberán (finalmente) encender sus motores y pagar por su tránsito a través de la red Bitcoin.

Además, los partidarios de bloques de 1MB caen en la falacia circular de definir el número total de barcos permitidos en el océano y luego quejarse de que los vientos del océano son ineficientes.

Algún día tendremos un mercado de tarifas: los mineros reducirán su poder de hasheo hasta que aparezcan las transacciones que hagan que minar el bloque sea rentable. No necesitamos forzar centralmente la escasez para que esto suceda. El error es pensar que elevando el límite al tamaño de los bloques se estaría imponiendo la ausencia de un mercado de tarifas, cuando en realidad es manteniendo el límite de 1 MB que se está forzando centralmente la existencia del mismo allí donde no es necesario. Es técnicamente factible tener bloques más grandes, y tenerlos hace que cada operación sea más eficiente, de modo que cualquier cosa que no sea bloques más grandes reduce arbitrariamente la eficiencia.

Supremely popular? Kim Jong-un.
Kim Jong-un festeja el nacimiento de una nueva era: «Satoshi estaba equivocado; el tamaño de los bloques requiere planificación central».

Forzar la existencia de un mercado de tarifas equivale a obligar a la gente a usar simultáneamente velas y motores, algo a la vez inútil y peligroso.

¿Por qué es peligroso?

Una determinada forma de dinero es definida como mejor que otra por quienes la usan fundamentalmente en virtud de su eficiencia a la hora de transferir valor, atributo del cual dependen en gran medida el resto de las cualidades monetarias. Esto es difícil de medir con monedas fiat o metales preciosos, pero en el caso de Bitcoin es muy simple. Es la relación entre la tarifa y la cantidad transferida. Es irónico que los que desean fijar en 1 MB el límite de cada bloque hagan caso omiso de esto, cuando es lo que otorgó valor a Bitcoin mientras los Nobel de economía insistían en que fracasaría por carecer de «valor intrínseco».

Una vez que el subsidio por bloque encontrado haya disminuido significativamente, dicha proporción no estará tan cerca de cero como lo está hoy. Cuando la verdadera eficiencia del motor (de la transacción) deje de ser ocultada por el viento (subsidio por bloque hallado), la implementación más eficiente (y accesible) del concepto de criptomoneda será la ganadora.

Y tal como Apple está aprendiendo, ser el primero no importa mucho cuando un enorme porcentaje de la población mundial simplemente no tiene los medios para comprar tu producto, por lo que DEBE elegir un competidor.

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Imagen por JD Hancock