El enigma de Satoshi Nakamoto… ¿por fin resuelto?

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Craig Steven Wright

En la noche del día 8 de diciembre (en Europa) la revista Wired y la revista Gizmodo sacaban exclusivas en las que prácticamente afirmaban haber resuelto el enigma de Satoshi Nakamoto. ¡¡Por fin, el gran mito hecho carne!! Esta vez el asunto recae sobre un caballero de nombre Craig Steven Wright, australiano de origen, quien es el objeto de una serie de pruebas que INDICIARIAMENTE apuntan a que podemos estar ante el hombre (en caso de ser uno y no una, unos o unas) que ha concebido el protocolo Bitcoin; la mente génesis de un nuevo criptouniverso que nos otorga la libertad económica a los individuos, sin control posible por parte de estados y gobiernos.

¿Realmente importa quién sea? Pues no, no mucho. Personalmente, si le tuviera delante le daría las gracias, le invitaría a comer y a una sobremesa tranquila donde tomar un café y fumarse unos canutos, si es que le gusta alguna de las dos cosas. Eso seguro. Pero realmente no me quita el sueño quién o quiénes son; me produce mucha más curiosidad saber si Satoshi Nakamoto representa a una sola persona o a varias, pero no más allá. De todas formas, es inevitable que dicha revelación cree expectativas, y la gente –principalmente pero no únicamente la del ecosistema Bitcoin– tenga curiosidad por saber quién es y qué dicen los medios sobre él, de una forma similar a lo que pasó con la identidad de Dread Pirate Roberts en Silk Road (asunto en realidad todavía por aclarar, tras la aparición en escena del misterioso “Variety Jones” hace unas semanas).

Lo más curioso de este caso, en principio, es que el supuesto destapado Craig Steven Wright no era un personaje que hubiera estado en el radar como uno de esos “candidatos a Satoshi”, como por ejemplo Nick Szabo, aunque ha compartido conferencias con gente de ese nivel, como puede verse en el vídeo que nos muestra Wired en la Bitcoin Investor’s Conference en Las Vegas, de finales de octubre de este año.

La presentación que hace Wired del asunto, del personaje en cuestión, no puede ser más sugerente. Nos cuentan como Craig se está presentando en la conferencia de Las Vegas como un “académico retirado que hace una investigación sobre la que nadie ha oído hablar” cuando la presentadora le interrumpe y le pide que se presente mejor a la audiencia: “¿Quién eres? ¿Eres un científico informático?”, a lo que Craig reacciona sonriendo y contesta: “Soy un poco de todo. Tengo un máster en derecho, un máster en estadística, un par de doctorados…”

La presentadora vuelve a preguntarle: “¿Cómo supiste de Bitcoin?”

Craig contesta: “Err… he estado implicado en Bitcoin desde hace mucho tiempo. Yo… yo procuro que no se me vea…”

Y Wired se queda con las ganas de que diga las palabras que ellos quieren leer: “Soy Satoshi Nakamoto, el creador de Bitcoin”. Pero, aún así, ellos encuentran una original manera de ponerlas en el artículo, que aunque no las puedan poner en boca de Wright, impresionan mucho a los lectores.

Tras eso, aportan una serie de pruebas –todas de tipo informático más algunas especulaciones razonables– que dicen haber obtenido por alguien cercano al propio Craig Wright. Aún así tienen la sana precaución de dejar claro que ni siquiera la suma de todas esas pequeñas “pruebas” que ellos aportan pueden probar que Wright sea Satoshi, e incluso se preguntan “si no será todo un troleada de Wright”. De ahí, pasan a curar su miedo (que les hayan engañado) argumentando que “en caso de ser un engaño, sería un gran engaño por el tiempo –años– que ha tenido que emplear en montar todo esto”. Bueno, no es un gran argumento: las mejores bromas y los mejores engaños requieren planificación y tiempo, para crear falsas pistas y ofuscar otras cuestiones de la mejor manera posible. ¿Quién se tomaría la molestia? Tal vez alguien con muchas ganas de reírse, puede que el propio Wright.

A la vez, Gizmodo salía con su material –según ellos filtrado por un hacker con acceso a cuentas de email de Wright– que habían recibido de forma anónima a mediados del mes de noviembre, que venía a decir más o menos lo mismo, pero incluía un vídeo de un reportero que se presentaba con la cámara en la casa de Craig para preguntarle directamente si era él Satoshi Nakamoto, y se tiene que contentar con que le cierren la puerta –educadamente– tras coger su tarjeta de visita, aunque luego lo intentan –con el mismo resultado– en una de las empresas que se supone pertenecen a Craig.

Luego “Internet” empezó a hacer su trabajo.

Pronto empezaron a salir a flote más disonancias en la historia que apuntaba a Craig Wright y a Dave Kleiman –un “ya difunto” experto forense informático– como creadores de la moneda, o al menos componentes de un núcleo inicial donde se desarrolló la idea. En Reddit comenzaron a cuestionarse las pruebas y a ofrecerse evidencias de que se habían alterado para simular su existencia previa. Mientras, la casa de Craig Wright en Australia era sometida a un registro por la policía, aparentemente casual y sin nada que ver con “la información publicada horas antes en cuanto a Bitcoin y Wright” según afirmaron. Allí no encontraron a Craig, que sigue sin comunicarse con periodistas y con paradero desconocido.

Al día siguiente, Motherboard, la sección “informática” de la revista Vice, salía señalando que las claves PGP ofrecidas por Wired y Gizmodo no coincidían con las de Satoshi Nakamoto, y que dos de las claves supuestamente usadas por Satoshi en todo este asunto, habían sido creadas con software que no existía en el supuesto momento de su creación. Aunque dejaban la puerta abierta a que Satoshi hubiera podido perder acceso a alguna de sus claves, porque “PGP es complicado” y siempre puede pasar que alguien se vea forzado a abrir otras de reserva. Vamos, que no se atrevían a decir que Craig Wright no era Satoshi Nakamoto sino un fantasma pero señalaban que las pruebas aportadas cada vez olían peor. Y terminaban por remitirnos a la opinión de otro medio, Fusion, quien anotaba que para un “emprendedor activo en el mundo Bitcoin y de la seguridad informática” había intereses obvios en ser considerado el creador del Bitcoin, y que ese sería el motivo que había impulsado a Wright a elaborar este intento de engaño.

Y para acabar con la historia (tal vez no del todo), supuestamente el propio Satoshi Nakamoto se manifestó, hace menos de un día, sobre todo este asunto. Una cuenta que se conoce como una de las usadas por Satoshi Nakamoto, se pronunció en una lista en Internet y en un email titulado “Otra vez esto no” dijo: “No soy Craig Wright. Satoshi somos todos”. Esto debería bastar para zanjar todo el asunto, pero las cuentas de correo no son pruebas absolutas, ya que es posible hackear servidores de correo. Lo que tendría que haber acabado con el asunto de una vez por todas, no lo ha hecho, ya que muchos se preguntan por qué ese mensaje no está firmado con la única clave conocida perteneciente a Satoshi.

¿Es Craig Steven Wright el verdadero Satoshi Nakamoto? Si bien a primera vista parece un candidato plausible, no sería muy comprensible que por un lado se hubiera estado prácticamente jactando por ahí de ser el creador de Bitcoin, y que ahora lo único que podamos decir es que no sabemos dónde está porque no da la cara. También es cierto que cualquiera que presente esos documentos con esas pruebas, sabe que van a ser revisados hasta el último detalle y que saldrán a flote las modificaciones “intencionales” hechas para que parecieran lo que no son en realidad.

No puedo asegurar, al 100%, que Craig Steven Wright no sea Satoshi Nakamoto, pero lo que sí puedo asegurar es que las pruebas que nos han ofrecido, no prueban que lo sea. Tal vez una broma que se ha ido de la mano de alguien, tal vez otra cosa más oscura (haya estado o no involucrado en la creación de Bitcoin, es probable que Wright sea un antiguo minero de bitcoins cuya fortuna ha sido descubierta por un extorsionador). En cualquier caso, si alguna vez llegamos a saber quién es Satoshi Nakamoto, espero que no sea con una historia tan llena de manchas imposibles de justificar.