El potencial oculto de las donaciones en bitcoins

Por Roland Albets

El sistema económico actual, basado en la burocracia y en la redistribución coercitiva de la riqueza, impide que se desarrolle uno de los actos más nobles de la naturaleza humana: la donación voluntaria. Las personas podemos ser extremadamente altruistas si se dan las circunstancias adecuadas, y hay razones evolutivas que apoyan esta tesis. No obstante, la burocracia excesiva y las tasas abusivas que se cobran los intermediarios de las donaciones conspiran contra esta expresión de generosidad humana que atraviesa todas las culturas.

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Antes le dábamos muy poca relevancia a las donaciones vía internet, pero lo cierto es que con Bitcoin este fenómeno ha salido a la luz con todo su esplendor. El caso de wikileaks es quizás el más famoso, junto con el de la organización caritativa Sean’s Outpost (que solo acepta bitcoins), o los 100.000 euros que logró reunir wikipedia a tan sólo una semana de aceptar bitcoins. También dieron mucho que hablar los 20.000 dólares que recibió Dorian Nakamoto, gentileza de la comunidad bitcoiner. La economía Bitcoin está repleta de casos como estos, no todos tan conocidos, como el del congresista estadounidense que recibió bitcoins por valor de 1.500 dólares; la vez que el monedero de bitcoins del FBI se llenó de donaciones-protesta (con mensajes asociados a pequeñas fracciones de bitcoin) a raíz del caso Silk Road; o la vez que un usuario de bitcointalk regaló bitcoins a 100 personas por las fiestas de fin de año.

En este nuevo escenario se hace completamente innecesario un ente confiscatorio que -supuestamente- redistribuye la riqueza, ya que esta función la cumplen las donaciones de manera mucho más selectiva y eficiente. Por ejemplo, en lugar de tener a decenas de ONG’s creadas con el único objetivo de cazar subvenciones, tendríamos sólo las que la gente, mediante donaciones, decidiera que son necesarias. Estoy convencido de que este mecanismo incluso serviría para financiar algunos servicios públicos que por su naturaleza no es fácil mantener de otra manera.

Una de las críticas más comunes que se lanzan en contra de un modelo basado en las donaciones y no en los impuestos, se conoce como problema del polizón. Este dilema surge cuando algún agente económico renuncia a financiar un bien público del que sabe que se va a beneficiar igualmente. Hay 3 buenos argumentos que pueden esgrimirse ante el problema del polizón:

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– A los que pagan podría no preocuparles en absoluto la existencia de polizones, de manera que su aportación sería suficiente para cubrir los gastos necesarios.

– Las personas tendemos a ser emocionales y a no basar todos nuestros actos en la maximización del beneficio económico, de manera que seguramente habría muchos menos polizones de los esperados.

– Incluso desde un punto de vista totalmente egoísta, probablemente no compense ser un polizón, ya que el ostracismo social suele jugar un papel muy importante en estas situaciones. Si todo el mundo sabe que eres un polizón, probablemente quedes excluido socialmente y lo que ganes por un lado lo pierdas por el otro.

La clave para que se produczan las donaciones siempre es la misma: que éstas no sean forzosas y que no existan trabas burocráticas e impositivas que las desincentiven. Por eso Bitcoin se alza como la herramienta ideal para impulsar este modelo. Es muy probable que en el futuro veamos a la economía basada en donaciones jugar un papel cada vez más relevante. Al final acabaremos por darnos cuenta de que el ser humano es mucho más altruista de lo que pensábamos; todo lo que hacía falta era el marco adecuado para que dicho altruismo pudiera expresarse.

Donaciones: 1DZ7rKPWDNST8paGYd9QUzBewrwTBw4TPp