Cypherpunks: liberación por medio de la tecnología

Por jamieredman

Los cypherpunks han sido, junto con anónimos delatores del sistema (tipo Snowden) y los abolicionistas, quienes más han aumentado nuestras libertades en los últimos 20 años, en este caso a través de la tecnología. La introducción de las redes computerizadas, Internet, la criptografía computacional y las criptomonedas nos ha empujado a una nueva era de pensamiento, en la cual los propios conceptos de gobierno, frontera, ley positiva y moneda soberana son crecientemente cuestionados.

cypherpunksGusten o no, las semillas de la descentralización, las auténticas redes P2P, la tecnología de código abierto y los métodos de cifrado están diseminándose de forma exponencial.

Cypherpunks y encriptación vs. autoridad

Cuestionar la autoridad y la propia naturaleza de la centralización es algo que se está volviendo más fuerte cada día. Esto es porque la influencia cada vez mayor del estado vigilante ha terminado convirtiéndose en una extravagancia. La gente puede que no se de cuenta de que ciertas tecnologías han cambiado la forma en que la sociedad ve a los que gobiernan, dándonos –por así decirlo– un vistazo a una mejor forma de gobierno basada en nosotros mismos. Algunos podrían argumentar que las entidades que nos gobiernan han logrado promover el apoyo mayoritario del nacionalismo y el proteccionismo. Según aumenta la vigilancia, la masa lentamente se va adaptando, y acaba por aceptar como normales las nuevas circunstancias. Mientras tanto, los cypherpunks y los activistas forman pequeños enclaves de resistencia que están luchando contra esta corriente “sobreprotectora”.

Un periodo de tiempo (r)evolucionario fue el amanecer de las redes computacionales. Este cambio tecnológico seguramente alteró algunas de las ideologías políticas de la gente. El ordenador en casa nos trajo un sinfín de nuevas formas de comunicación. Internet ha crecido hasta convertirse en una vasta comunidad global que reta la creencia en las fronteras artificiales que nos dividen.

Una mujer desde USA podía comunicarse con otra mujer en España y crear juntas un negocio. Ahora con los smartphones y la nanotecnología, una persona puede conectar con otra en cualquier parte del mundo desde la palma de su mano. En muchos sentidos, esto nos ha capacitado para descubrir cómo hacen las cosas en otras partes del mundo. Internet ha establecido cauces comunes donde todos los individuos importan y esto ha sido la chispa que ha hecho a la gente cuestionar la forma en que hacemos las cosas en el mundo real.

La privacidad es necesaria para una sociedad abierta en la era electrónica. La privacidad no es secretismo. Un asunto privado es algo que uno no quiere que el mundo entero sepa, mientras que un secreto es algo que uno no quiere que sepa nadie. La privacidad es el poder para revelarse selectivamente ante el mundo.

Eric Hughes, Manifiesto Cypherpunk, 1993

La encriptación ha traído un nuevo nivel de privacidad a nuestro mundo. Ahora, como individuos y organizaciones podemos conservar nuestras conversaciones, mensajes, y datos privados. La criptografía de clave asimétrica y otras formas de encriptación se han vuelto ampliamente populares en Internet. Desde los estadios iniciales del “Pretty Good Privacy” (PGP) a la muchas formas en que la gente puede intercambiar material privado y a la vez mantenerlo fuera de la vista pública.

Ahora la encriptación está entretejida con nuestras vidas aportando soluciones para caso todo, incluyendo emails, mensajería P2P, aplicaciones para compartir archivos, y ahora también activos. Nuestras webs están encriptadas, nuestros foros de discusión, nuestros teléfonos, y gran parte de nuestra experiencia online. Todo ello asegurado mediante dificultad matemática y factorización. Aun así, no todo está encriptado, y algunos dicen que los poderes del estado tienen acceso a la mayoría de los dispositivos mediante puertas traseras en el software o intimidando a los diseñadores y productores del hardware.

A pesar de que esta tendencia a defender la privacidad se ha hecho popular en todo el mundo, no acaba de ser aceptada por los gobiernos. Una de las razones es que reduce nuestra dependencia de las autoridades como protectoras y nos permite operar de forma soberana. En esencia, nos da una autonomía total sobre nuestras conversaciones, información e ideas. Por supuesto, la NSA en USA y la GCHQ de UK están al tanto de este fenómeno, y Edward Snowden ha revelado que la NSA puede tener acceso a nuestros teléfonos móviles y que es posible que pueda romper algunos de los actuales sistemas de encriptación. Snowden explicó cómo muchas lineas de teléfono móvil eran barridas, los cables de fibra óptica pinchados y que existía software como XKeyscore que monitoriza usuarios en la red.

Los gobiernos siempre han estado en contra de la encriptación y siempre han querido tener acceso a todos los datos. Desde los ataques del 11-S en USA a la reciente masacre de París, los gobiernos en todo el mundo han estado –cada vez de forma más insistente– pidiendo a las compañías que les dieran acceso a través de «puertas traseras».

Ha nacido una criptomoneda

En enero del 2009, Satoshi Nakamoto ofreció a la gente una nueva alternativa. La naturaleza innovadora de Bitcoin se ha manifestado ya en su corta existencia. Ha hecho que la gente se cuestione lo que es el dinero y, más importante aún, la moneda ‘fiat’ que usamos cada día. Antes de 2009, varias monedas digitales ya habían fallado antes de expandirse significativamente. Más precisamente, 98 tipos de dinero digital que existieron antes de la creación de Bitcoin han desaparecido o caído en la irrelevancia debido a su naturaleza centralizada. O dicho de otra forma: siempre había una figura central a la que atacar y arrestar. Como ejemplo, la creación del Liberty Dollar traída al mundo por Bernard von NotHaus, que finalmente condujo a su arresto y a la destrucción de su negocio.

Ahora existen cientos de criptomonedas y cualquiera puede crear una altcoin. Existen actualmente 673 criptomonedas de acuerdo a los datos de coinmarketcap.com y cualquiera puede crear una moneda digital sin permiso alguno. Y Bitcoin no sólo ha creado una nueva forma de entender el dinero sino que nos ha hecho cuestionarnos fronteras, pasaportes y todo lo demás, desde el mantenimiento de registros al voto.

Mantén la calma y escribe código

Ahora estamos pensando más allá de las fronteras con los conceptos de un gobierno 2.0 basado en la blockchain. Libros de cuentas distribuidos que pueden erradicar la necesidad de bancos centrales, burócratas y legisladores como intermediarios. Esto tiene su equivalencia con los días en que la imprenta se inventó. La impresión descentralizada de libros fue el primer paso hacia la eliminación de uno de los monopolios estatales más importantes en aquel tiempo. Libros sobre forja, sobre artesanía del cuero, desarrollo de maquinaria e ingeniería, por ejemplo, se volvieron crecientemente accesibles para cualquier ciudadano. Desde los tiempos de a imprenta, la tecnología sigue evolucionando y abriendo puertas.

Los cypherpunks escriben código.

Sabemos que alguien tiene que escribir software para defender la privacidad, y dado que ya no podemos tener privacidad a menos que lo hagamos, nosotros vamos a escribirlo. […] Nuestro código es libre para que lo usen todos, en todo el mundo. No nos importa demasiado si no te gusta el software que escribimos. Sabemos que el software no puede ser destruido y que un sistema ampliamente disperso no puede ser tirado abajo.

Eric Hughes, Manifiesto Cypherpunk, 1993

Ahora con las últimas tecnologías cualquiera puede resultar disruptivo en este mundo de gobiernos corruptos y empresarios prebendarios. Con Internet hemos aprendido a conectar todo el planeta. La encriptación nos permite enviar información a través de la web de forma segura y protegida. Y una criptomoneda como Bitcoin ha redefinido los conceptos previos sobre el dinero y ha ofrecido soluciones a algunos de los problemas sociales más importantes. Los últimos 20 años han estado propulsando una nueva revolución industrial y estamos en mitad de sus etapas iniciales. Las economías del planeta parecen estar atrapadas en una espiral destructiva debido a los fallos de la centralización. Pero donde hay tecnología, hay esperanza.

Leer texto original, en inglés