Como la velocidad de la luz

Por Beautyon  Traducido al español por majamalu

speed-of-lightEn el futuro, el dinero será como la velocidad de la luz: una constante natural con la que nadie podrá interferir. Cómo tu crees que debe manejarse la oferta de dinero, o quién crees que debe poseerlo, o cualquier otra cosa al respecto será irrelevante, porque –al igual que la velocidad de la luz– estará completamente fuera de tu control. Esto tendrá muchos efectos beneficiosos.

Todo el mundo será capaz de almacenar dinero a sabiendas de que su valor no disminuirá simplemente porque el gobierno ha decidido invadir un país, o porque tiene que pagar sus deudas con tu dinero. Los bancos no serán capaces de crear dinero de la nada para extender préstamos. El mundo Bitcoin impondrá su férrea disciplina a todos los actores del mercado, y todos van a rechazar las otras formas de dinero por carecer de esa disciplina.

Idearios tales como el keynesianismo morirán desmentidos por una floreciente prosperidad en ausencia de una moneda que el gobierno pueda inflar a voluntad. Nunca más nadie, en ninguna parte, confiará en la moneda fiat del gobierno. El capítulo de la historia en el que esa clase de dinero circulaba llegará a su fin, y será sometido a un riguroso análisis que cerrará para siempre su ataúd.

Con una moneda estándar e independiente de los gobiernos, cualquier duda respecto al lado monetario del cálculo económico será eliminada. Solo por eso, hacer negocios será mucho más fácil, más allá de las obvias ventajas de un dinero que puede ser transferido a cualquier lugar en cualquier momento.

Los efectos transformadores de este dinero llegarán a todos los rincones de la actividad humana. Lo irracional no podrá ocultarse de su resplandor. Todo será sometido a los mismos cálculos, y la primera institución en sufrir las consecuencias de ello será el Estado.

inflationprinting-moneyEl Estado no va a poder crear dinero para financiar sus políticas. La única forma en que será capaz de obtener recursos es aumentando los impuestos, lo que a estas alturas ya no puede hacerse sin agudizar la recesión y la evasión impositiva. Si unimos esto con la super transparencia, tenemos una mezcla tóxica que obligará al Estado a retirarse, puesto que su naturaleza no puede tolerar el escrutinio o la disciplina fiscal.

Cada supuesto acerca de cómo funciona la sociedad será puesto patas arriba. Desde el dinero, la manera en que los servicios son proporcionados, la idea de «bienes públicos» y todo lo que tenga el más mínimo tufillo a socialismo será reducido a escombros. Este es el futuro que muchos no pueden ver, y que muchos de los que sí pueden ver tratan de ignorar, volviendo la cabeza como por acto reflejo. Te guste o no, está llegando, y no hay nada que puedas hacer al respecto si no te gusta.

Los estatistas tuvieron su oportunidad de controlar el mundo, y lo hicieron estallar. Destrozaron el dinero, la confianza de la gente –su propia oportunidad de continuar con el mismo fraude indefinidamente–. Bitcoin es una consecuencia directa de su fracaso, del robo, de la locura y la inmoralidad que han diseminado. Bitcoin limpiará el desastre que han hecho, e impedirá que vuelvan a emerger como una amenaza.

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