Bitcoin no vuelve a casa por navidad

A Bitcoin siempre le gusta un adorno y una celebración, porque es cooperación y tributo, como la vida misma. Los niños perciben estos lustres con rostro cándido, cosa que típicamente pone a salivar a sus mayores, sedientos de virtud. Pero quienes creen que manipular los deseos de personas dependientes con idioteces sobre la bondad de ciertos fenómenos fantasiosos y antojados está justificado – y que estas personas, en toda su capacidad innata de raciocinio, se acabarán tragando esto – poco crédito tienen al hablar acerca de la bondad del oro o Bitcoin, independientemente de lo que brillen: creen en el crédito extendido por instituciones de mentira. Como el Estado, creen en un “dar” que es recibir, y un sacar obligaciones de la nada. Creen que criar a un hijo es un acto de sacrificio, y así reparten aguinaldos como símbolo de cumplimiento de un principio que sólo ellos han parido: cumplen – años y navidades – y no se quieren quedar solos en ello.

momento

Pobres. Bitcoin es un invento de niños; y quiénes no tienen la mente más creativa. La creación de Satoshi Nakamoto es lo que hace aquel que recibe un regalo de reyes y LO DESPRECIA con justa rabia porque poco tiene que ver con él; cosa que le garantiza el castigo del rebaño que le rodea. La navidad es soborno infantil. Mucha paja se habla por ahí – cuando interesa – de que Bitcoin es una cosa práctica y sin sentido político, como si Satoshi hubiera estado motivado por un simple impulso utilitarista. Como siempre pasa con las apariencias de las personas, el hecho de que tan meticulosamente así él se presentara dice justo lo contrario acerca de sus motivaciones; y así nos dejó estos caramelos, a modo de fechas, tanto en el primer bloque1 como en la fecha de cumpleaños con que se registró en Bitcointalk2.

Ay, si los calladitos hablaran… No sólo estas referencias son altamente políticas, sino que son un mearse en la arbitrariedad de las decisiones abusivas y sus veinticincos. Así yo también me meo – y me cago.

Mamis del mundo, lo sentimos: Bitcoin no vuelve a casa por navidad. La cadena de bloques sigue su cabalgata sin paradas dominicales, llevándose a tus hijos más lejos incluso que los ordenadores y los teléfonos móviles, hacia un portal constructivo, estable y no de mentirillijas, para variar. Atrás quedan las viejas instituciones de señores gordos, atragantados y resacados. Cada vez queda menos sinvergüenza con barba. Cada vez queda menos papanoel de vocación, y más enfermo mental de vacación. Cada vez se hacen menos heridas rasgando papel de regalo, y más juegos con lo primero que se encuentra. Cada vez menos moralinas detrás del poder adquisitivo.

Así me dijo mi hijo de cuatro años: “creo que la gente existe para cuidar de perros y gatos”. Verdad. La moral es ganadería humana. Y un pesebre es donde comen las bestias.

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«The Times 03/Jan/2009 Chancellor on brink of second bailout for banks»
 
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En su libro ‘Bitcoin: The Future of Money’, Dominic Frisby hace un estudio detallado sobre Satoshi que incluye la hipótesis, muy plausible, de que la fecha 5 de Abril de 1975 sea también una referencia, al igual que la encontrada en el bloque génesis, a eventos mayores en la historia monetaria: el 5 de Abril de 1933 el presidente Roosevelt firmó la ley que hizo ilegal la posesión oro; mientras que 1975 fue el año en que se volvió a legalizar.